José Miguel Muñoz llegó a la astronomía a los 15 años por casualidad, en la búsqueda de conocer cosas nuevas y de paso descubrió la física, la ciencia que más lo cautiva.
Por Claudia Arias Villegas / [email protected]
Tiene 17 años y participa por segunda vez en la Olimpiada Latinoamericana de Astronomía y Astronáutica, en Paraguay, y la Olimpiada Internacional de Astronomía y Astrofísica, en China, en octubre y noviembre. En 2017 estuvo en Chile y Tailandia en los mismos eventos.
¿Cómo llega un joven de 17 años, en 11° grado a esto? “Me matriculé en un diplomado de astronomía”, cuenta José Miguel Muñoz Arias. Entonces tenía 15 años y no sabía física, pero su mamá y profesores le explicaban. Sus compañeros eran adultos.
El hijo de Sandra –ingeniera ambiental– y Manuel –director de TV–, hermano mayor de Samuel, dice que siempre anda buscando cosas nuevas, “aprender bobadas, cosas que no sirven para nada”, en esa búsqueda llegó al diplomado. Así que fue la “bobada” de la astronomía la que lo llevó a la “bobada” de la física.
En las Olimpiadas Colombianas de Astronomía, que organiza la Universidad Antonio Nariño, participa por tercera vez: “Hay que presentar muchos exámenes difíciles, la primera vez fue muy duro”, cuenta. Pero el año pasado pasó a las Latinoamericanas y las Internacionales y ahora repite.
No es el único de Colombia, a China van cuatro, a Paraguay cinco jóvenes. Un privilegio y una gran responsabilidad, en octubre están en Bogotá en entrenamientos de ocho horas diarias, después viajan a los eventos; mes y medio en total. Por fortuna ya José Miguel sabe a qué va, en 2017 participó junto a unos 300 jóvenes de 42 países, con exámenes de cinco horas y más –teóricos, de análisis de datos y observacionales–; según el puntaje, se obtiene medalla de oro, plata y bronce; históricamente Colombia ha obtenido un bronce y una mención de honor en las Internacionales, pero el país va sumando cancha. “Esta oportunidad nos permite aprender de otras culturas y acercarnos a la vida universitaria”.
Este prospecto de físico espera los resultados del examen de admisión de la Universidad de Antioquia, y agradece a sus papás por crearle inquietudes y por apoyarlo. De su colegio, el Colombo Británico, destaca el impulso –en tiempo, facilidades para homologar y en patrocinio–. Sí, la física es lo suyo: “me encanta la posibilidad que ofrece de predecir las cosas aleatoriamente, con experiencias y aproximaciones diversas”, concluye José Miguel.