El proceso para donar es más complejo de lo que divulgan los mitos. Paso a paso, qué hacen los expertos para conservar un órgano de un donante que está a cientos de kilómetros de su beneficiario.
Por Daniel Palacio Tamayao / [email protected]
1. Identificar el donante
En el caso del Hospital Universitario San Vicente Fundación se reciben notificaciones de los centros médicos de Antioquia, Córdoba, Chocó, Caldas y San Andrés cuando reciban a un paciente que es potencial donante debido a una muerte cerebral y debe permanecer conectado a una máquina.
2. Inspección
Después de recibir el reporte, el equipo de rescate se desplaza al sitio para verificar la información y emprender la ruta establecida que contempla exámenes para saber qué órganos sirven y verificar que no tengan enfermedades que se le puedan contagiar al paciente receptor.
3. Acercamiento a la familia
El personal médico aborda a la familia del donante para persuadirla de permitir la donación de órganos de su ser querido. Proceso que, en el caso del San Vicente Fundación, se sigue haciendo, pese a la ley 1895 de 2016, que establece que todo ciudadano colombiano es donante y quien no lo quiera ser, lo debe manifestar en vida y de manera formal en una notaría.
4. Equipo médico y de rescate
El grupo de rescate se desplaza hasta la ciudad donde se encuentre el donante. Una vez allí, el equipo conformado por cirujano, instrumentador, anestesiólogo y nefrólogo, cardiólogo o hepatólogo, de acuerdo con el caso, hacen la intervención para la extracción del órgano que posteriormente será donado.
5. El traslado es en la cabina del avión
Una vez el órgano es extraído debe permanecer en unas bolsas con un líquido que ayuda a su conservación hasta que se lleve a su receptor. No consiste, como dice erróneamente el mito popular, en llevarlo en una nevera con hielo. Cuando el donante está en las ciudades por fuera de Medellín se facilita el avión de la Seccional de Salud de la Gobernación de Antioquia para su traslado, pero cuando no es posible, el personal médico puede recurrir a empresas comerciales de transporte aéreo. “Ese material no debe ir en la bodega, sino en la cabina”, explica Claudia Franco, médica coordinadora operativa de transplantes del Hospital Universitario San Vicente Fundación, pues no son considerados como peligrosos.
6. Tratamiento es costoso
Solo los medicamentos para realizar un trasplante de riñón pueden costar 9 millones de pesos. A ese valor hay que sumarles otros costos asociados como el quirófano, el tiempo de recuperación en la UCI, los servicios del personal médico experto, entre otros.