En vez de buscar tener más confianza en sí mismos, yo invito a mis clientes a tener valentía. Es una decisión de hacer algo aunque hacerlo nos produzca miedo.
Cuando doy conferencias o hablo con personas, la pregunta más común que recibo es “¿Cómo puedo tener más confianza en mí mismo?”. Al preguntarles para qué quieren tener más seguridad, la respuesta es siempre la misma: si creyera más en mí, obtendría un mejor trabajo, montaría mi propia empresa, invitaría a salir a la chica que tanto me gusta, hablaría en público. En pocas palabras, la mayoría cree que si tuviera más confianza podría alcanzar lo que desea. El problema es que la confianza en uno mismo es un resultado y no un prerrequisito. No existe una confianza absoluta en uno mismo y esperarla para poder actuar es una trampa.
La confianza en uno mismo es el resultado de estudiar y practicar una tarea tantas veces, que uno empieza a entender que sí es capaz de hacerla. Piensa por un momento, ¿te sientes confiado en tu habilidad de amarrar los cordones de tus zapatos? Probablemente la respuesta es sí. Sabes que puedes amarrar tus cordones porque lo has hecho cientos de veces en tu vida. Si se desamarran, no te preocupas, pues sabes que los puedes volver a amarrar en un instante.
Tómate un tiempo y reflexiona en todas las actividades en la que si te tienes confianza, vas a darte cuenta de que son tareas que has repetido muchísimas veces.
Por lo general nuestros sueños están fuera de nuestra zona de confort. Son sueños porque no los hemos realizado antes y por lo tanto es normal no tener confianza en nosotros mismos para alcanzarlos. Así que en vez de buscar tener más confianza, yo invito a mis clientes a tener valentía. Es una decisión de hacer algo aunque nos produzca miedo. Entonces una mejor pregunta es: ¿cómo hago para tener más valentía?
Para ayudarnos a ser más valientes podemos utilizar estas estrategias:
- Evaluar el riesgo: si queremos lograr metas grandes, necesitamos correr riesgos. Sin embargo, podemos evaluar esos riesgos para poder prepararnos mejor y evitar errores innecesarios.
- Recopilar información: ser valiente no significa lanzarnos al ruedo a ciegas, recopilar información que nos ayude a tomar una mejor decisión es clave.
- Contar con apoyo: tener una persona o un grupo que estén presentes para darnos ánimo, ayudarnos a evaluar situaciones y ofrecernos su punto de vista es fundamental. Ser valiente no significa estar solo.
Si tienes un gran sueño que no te has atrevido alcanzar, para de esperar a sentirte confiado y mejor elige ser valiente. La confianza en ti mismo será el resultado de hacerlo.
Es más, las personas que más confianza se tienen, son las que más han practicado ser valientes y hacer proyectos que están afuera de su zona de confort.