El primer domingo de cada mes, en el Mercado verde del Jardín Botánico Joaquín Antonio Uribe, hay varias propuestas de estos productos.
INTERTÍTULO:Mermelada, preserva, dulce de frutas caseras
Con el excedente de moras que crecen en la huerta de su finca, Patricia Castrillón Henao desarrolló Henamora, su propia línea de conservas. La mermelada de mora con jengibre, la de ruibarbo o la de cidra con café, son algunas de las opciones naturales y locales para consumir más este tipo de alimento, o por lo menos remplazar postres altamente calóricos con productos dulces de fruta.
Fruta e Basílica, marca creada por María Victoria Gómez, se dedica a la producción natural y sin preservantes de frutas en almíbar. Las frutas, endulzadas con un derivado del azúcar llamado sucralosa, son aptas para diabéticos y mujeres embarazadas. En este tipo de preserva la fruta se conserva entera y puede ser consumida como tal, o como lo recomienda María Victoria, con helados, postres o té de frutas. Así, las frutas que perecen mucho más rápido, como las fresas, uchuvas, moras y tomates de árbol, tendrán más longevidad.
Elodia Muñoz, de etnia Wuayyú, produce manjares típicos de La Guajira desde su casa. Estos platillos se sirven tal cual para ser comidos con cuchara o como acompañamientos de postres. Sin embargo su textura es pastosa y homogénea, así que pueden ser untados sobre galletas, tostadas u obleas. Lo importante es que son productos totalmente naturales, endulzados con aźucar morena. Los excéntricos sabores son una alternativa muy diferente a las mermeladas tradicionales. Algunos de los sabores son: corozo con papaya verde, toronja, leche de cabra con coco, grosella, icaco, banano maduro y ñame con leche de coco.
La mermelada sobre tortas, en tostadas o pan con mantequilla, encima de la mantequilla de maní o caliente sobre un helado de vainilla. Las opciones son muchas para comer más frutas durante el día.