Los carriles exclusivos fueron creados como una apuesta de la ciudad en defensa del transporte público, pero por las carencias en pedagogía, para el caso de la avenida El Poblado, fueron como brotando de la tierra. Dos años después poco se sabe de sus logros.
En julio de 2016, en arterias de la ciudad, aparecieron hitos anaranjados, estoperoles y señales de pintura en la calzada. Era el carril solo bus, que la Alcaldía había presentado como un privilegio para el transporte público. En números y a manera de ejemplo, el carril preferencial generaría comodidad y agilidad para los 60 usuarios del vehículo de servicio público sobre los ocupantes, pocas veces los cuatro, que van en carro particular.
Hubo pedagogía, cuestionable en su efectividad, dado que el ciudadano en casos de medidas que comprometan su salud y su seguridad no tendría que ir a la información, sino que los datos oficiales tendrían que buscarlo hasta en la calle más estrecha. Metérsele por los ojos y en los hábitos.
En medio de ese proceso con más dudas que certezas y con cinco víctimas mortales producidas en accidentes vinculados al sistema en otros puntos de la ciudad, hitos, estoperoles y pintura llegaron en octubre de 2017 a la avenida El Poblado: son 3.7 kilómetros entre el parque principal y Los Huesos.
¿Lo de “solo bus” hay que tomarlo de forma literal? ¿Por qué buses ruedan por fuera de su carril preferencial? ¿Lo pueden hacer? Han transcurrido ocho meses y hay preguntas que permanecen abiertas
¿Lo de “solo bus” hay que tomarlo de forma literal? ¿Por qué buses ruedan por fuera de su carril preferencial? ¿Lo pueden hacer? ¿Por qué quedaron tan próximas las flechas de giro a las esquinas? ¿Cuál será el impacto en el sentido norte a sur, por la calle 14, donde la calzada solo tiene dos carriles? A falta de pedagogía suficiente, el caos ha sido protagonista en esta arteria clave para El Poblado.
Vía redes sociales, la Secretaría de Movilidad por estos días explica mediante un video que los particulares sí pueden usar el solo bus para ingresar y para salir de predios y del comercio. Se hace por las líneas punteadas en la vía. Así, cierra la contradicción planteada de origen de que “en este carril no estará permitido el funcionamiento de ningún tipo de vehículo”. No obstante, han transcurrido ocho meses y hay preguntas que permanecen abiertas y otras que se agregan.
Una práctica del urbanismo y la movilidad es la de pacificación del tránsito, que consiste en instalar cierto tipo de barreras para que la velocidad de uso se reduzca y el peatón tenga mayores garantías de seguridad en ese entorno ¿El solo bus pacificó la 43A o infartó una arteria de por sí caótica? ¿Es, como prometió la Alcaldía, más ágil y eficiente? ¿Los accidentes se mantuvieron en los cinco fallecidos del primer año? No se sabe. La pedagogía se quedó corta y las cifras de seguimiento no existen. El carril solo bus dejó sola a la avenida El Poblado.