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Zinc contra las infecciones respiratorias
Siete miligramos de zinc al día son fundamentales para el buen crecimiento de los niños y para combatir las enfermedades respiratorias.
Siete miligramos de zinc al día son fundamentales para el buen crecimiento de los niños y para combatir las enfermedades respiratorias. Así se lo explicó a Vivir en El Poblado el doctor Fernando Sempértegui, pediatra ecuatoriano, líder en investigaciones mundiales sobre el zinc en la nutrición infantil, y quien recientemente estuvo en la ciudad para exponer sus resultados a la comunidad médica local.
En 1992, después de leer un informe del Comité de Nutrición de Naciones Unidas sobre las bondades nutricionales del zinc en la dieta de personas adultas y de la tercera edad, Sempértegui se preguntó cuáles serían los beneficios en los niños. Para resolver la duda organizó un grupo de investigación en la Universidad Central del Ecuador con el que realizó un modelo de investigación con más 2000 niños ecuatorianos. Durante un año los niños recibieron un sirope con 10 miligramos de zinc diario. El primer resultado evidente fue la reducción de diarrea en un 20%, lo cual “es importantísimo para la salud pública, porque en Ecuador y muchos países latinoamericanos la diarrea es una enfermedad mortal para niños de escasos recursos”. Pero la conclusión más significativo de su investigación radica en la relación entre el zinc, las infecciones respiratorias y el crecimiento humano.
Explica Sempértegui, que en los primeros tres años de vida, el cuerpo necesita zinc para desarrollar de los huesos, en compañía del calcio para que sean fuertes. Incluso desde el primer mes de gestación, es uno de los nutrientes más importantes. Por otro lado, cuando el cuerpo se ve atacado por una infección respiratoria, sea gripa, neumonía u otra, el sistema inmunológico acude al zinc para combatirla, y si no encuentra este mineral por medio de la nutrición, recurre al zinc que los huesos usaría para el crecimiento. Su investigación sugiere que los niños que no reciben suficiente zinc tienen una talla longitudinal deficiente.
La diferencia entre las deficiencias del zinc en niños colombianos y ecuatorianos es sustancial, principalmente por la dieta de los países andinos, que se basa un alto consumo de cereales y bajo consumo de carnes costosas. Los cereales consumidos en zonas rurales del Ecuador, no solo no tienen zinc, sino que no son procesados y por ende conservan las cáscaras que tienen ácido fítico. Este ácido absorbe el zinc obtenido por la alimentación. Las mejores fuentes para obtener zinc naturalmente son “las vísceras de animales, carnes y mariscos”, pero un suplemento de 7 miligramos diarios funciona aún mejor. El cuerpo no mantiene una reserva de este mineral así el consumo debe ser diario y de ser suspendido sus beneficios dejarían de hacer efecto.
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