Imagen intervenida con el relato La Pérdida de Jesús Gaviria. Foto: Cortesía Klaus Dieck y familia del escritor
Sombrero, guantes y sombrilla. Son los dibujos de la portada de Mas su reino fue la noche de Jesús Gaviria y, según su sobrina Marta Peláez, la marca de su identidad como intelectual, crítico de arte y poeta. “Era un lector extraordinario, más que todo de los clásicos, tenía un humor muy fino y una sonrisa muy agradable”, describe ella. En pasado, porque Pacho, como todos le decían, falleció en diciembre de 2015.
El libro, recién publicado por Sílaba editores y el Fondo Editorial Universidad Eafit, es una recopilación de la poesía que publicó desde 1976 y unos sonetos, memorias y aforismos inéditos. Jesús era abogado, pero también fue docente y crítico de arte, curador del Museo de Arte Moderno y miembro del equipo que elaboró el guión museográfico del Museo de Antioquia en 1999.
El texto tiene nueve partes, una de ellas donde amigos y familiares escribieron remembranzas. El escritor Fernando Herrera, en uno de los textos, opina que en los poemas del crítico de arte, la mayoría breves, hay “una elegancia al decir, una sobriedad, una austeridad casi mística”. Fernando también dice que en cada verso ve “sus gestos un tanto teatrales, sus ojos saltones, su voz entre solemne y declamatoria, los gestos de sus manos enfáticas o suaves planeando o siguiendo el curso de la música en cualquiera de sus poemas”.
Según Marta, desde el año pasado ella le planteó la idea de la publicación a su tío, con quien seleccionó y corrigió muchos trabajos a la par de su participación en el Festival Internacional de Poesía en julio. Su esfuerzo atiende a que, según ella, sus poemas no son muy conocidos. “Él era el que me trataba de llevar a la poesía. Me acuerdo de él leyéndonos en una Navidad a Pascual (Gaviria) y a mí. Fue el que me mostró el arte”.
En el libro escribe Pascual, también sobrino del poeta, que “Jesús Gaviria, poeta profesional, trabajador ocasional y pintor a punta de letras, fue mi traductor al idioma de los versos, el hombre que me mostró el primer diccionario poemas-realidad, realidad-poemas”. También habla de la casa de su tío en Villa Hermosa, donde se reunía con amigos a dar tertulias: “La casa le resultó siempre un universo suficiente para la memoria, la imaginación y la épica familiar”.
Justamente su hermana, Zoraida Gaviria, realizó algunos dibujos de esa casa que puso en una libreta, entregada ayer en el lanzamiento. Marta, su hija, dice que el apoyo de su familia fue muy importante para lograr el libro, en especial de su tía Martha, que la ayudó a conocer más profundamente a Jesús. “La idea de publicarlo es que suene, salga y su voz de poeta no se quede guardada en el anaquel de los recuerdos”.
La gestora de este proyecto explica que buscará publicar más adelante, aunque aún no es seguro, textos sobre arte que él escribió y aún son inéditos. “Continuaremos haciéndole un homenaje”, concluye.