- Publicidad -
Sobre el puente, metros arriba del suelo revuelto por la construcción, el soldador se concentra en un punto mínimo de la baranda amarilla que limitará lo seguro de lo desastroso, una vez el puente entre a funcionar. Saltan chispas y una luz intensa junta las piezas pintadas, cuya hilera termina en un abrupto corte que el mismo hombre va a conectar en el futuro. El puente a medias se extiende clavado de varillas y tubos.
De la serie, Oficios
Obra de la transversal superior con la calle 10
Fotografía: Sébastien Herbiet • Texto: Laura Montoya Carvajal
- Publicidad -