“Este 20 de julio —Día de la Independencia de Colombia— no habrá desfile, habrá ‘Desconcierto Nacional’”.
Con estas palabras el Teatro Matacandelas se une a un espacio pensado para la financiación de uno de los proyectos más importantes a nivel sonoro, la Fundación Batuta.
La cita es este domingo 20 de julio desde las 10 a. m. en el Teatro Matacadelas y La Pascasia, en la calle Bomboná, a pocos metros de la Torres de Bomboná.
El espacio tendrá música, danza, teatro, poesía y hasta un sancocho comunitario. El ingreso será presentando un comprobante de donación desde 20.000 pesos a la Fundación Nacional Batuta.
La donación la puede hacer a través de la página web: www.fundacionbatuta.org
Batuta en riesgo
De acuerdo con la misma organización, Batuta enfrenta uno de sus mayores desafíos: una disminución significativa de los recursos públicos que históricamente han representado más del 75 % de su presupuesto. Sin ese respaldo, cientos de procesos comunitarios podrían apagarse.
En este momento, Batuta se encuentra ante un nuevo escenario institucional, producto de ajustes en la orientación y distribución de los recursos públicos.
Esta reorganización responde a dinámicas propias de la política pública y no implica una desatención al valor del proyecto, pero sí plantea el reto de fortalecer otras fuentes de apoyo que permitan garantizar la sostenibilidad de su operación y mantener viva su presencia transformadora en los territorios.

Frente a este panorama, Batuta lanza la campaña “Colombia abraza a Batuta”, una estrategia de movilización ciudadana, empresarial e institucional que busca recaudar 3.000 millones de pesos antes de octubre de 2025.
Estos recursos permitirán garantizar la operación básica de la entidad, mantener centros musicales en funcionamiento y responder a la alta demanda de programas de formación en los lugares que más lo necesitan.
La versión del Gobierno
En X, la ministra de las Culturas, las Artes y los Saberes, Yannai Kadamani Fonrodona, aseguró: que el actual Gobierno “ha destinado más de 56 mil millones, incrementando de considerable manera la asignación dada por todos los Gobiernos anteriores”.
Sobre los altos honorarios de los directivos de la Fundación —otra de las polémicas reflejadas—, la ministra indicó que “el reajuste técnico a todas luces necesario pone el énfasis en la también necesaria revisión de una nómina directiva y administrativa exagerada con altos honorarios de directivos, pagados con recursos públicos”. Esos recursos, dijo, “deberían llegar a quienes están misionalmente destinados”.
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Sin embargo, las versiones contrastan y diferentes actores del sector cultural indican que este tipo de iniciativas para recolectar fondos es un mensaje de respaldo a las personas que lo han dado todo por este tipo de iniciativas.
“Ese 20 de julio para nosotros es un momento en que nos surge la pregunta de “¿Quiénes somos en nuestra historia reciente?” (…) los artistas que se vincularon quisieron hacerlo por el respeto y admiración a Batuta y a Lucía González —Directora de la Fundación Nacional Batuta”,
recalcó Sergio Restrepo, gestor cultural de la ciudad.
Artistas invitados
Entre los artistas, músicos, teatreros y gestores culturales que se encargarán de “darle un abrazo a Batuta” están:
- Jabrú – Teatro de títeres
- C15
- Casa Colacho
- Pala Dice y Canta
- Mañas Compañías
- Oso Pardo
- Latina Stereo
- Danza Concierto
- Balcón de los Artistas
- Sankofa Danzafro
- Cantoalegre
- Zonasuspendida
- Son Batá
- Batuta Estación Madera
- Aguja y Vinilo
Sobre la Fundación Batuta
Batuta es un proyecto de formación humana a través de la práctica musical colectiva, que despliega su acción en todo el territorio colombiano, especialmente en las comunidades con pocas oportunidades, aportando así a la inclusión y la equidad.
Su propuesta de estímulo a los valores para el enriquecimiento de la vida en comunidad, la construcción de paz, y la ampliación de horizontes culturales, contribuye a la protección, al mejoramiento de la calidad de vida y a la movilidad social, de los niños, niñas, adolescentes y jóvenes.
Familias, comunidades, músicos, gestores sociales y aliados de distintos sectores de la sociedad son quienes tejen, fortalecen y amplían este proyecto, que nació en 1991 como una fundación social privada, sin ánimo de lucro y con aportes públicos y privados para cumplir fines de interés público y social, y que, desde entonces, forma a más de 30 mil personas cada año, a través de centros musicales, música en las entidades educativas, y proyectos de atención especial a poblaciones, como madres gestantes y lactantes, población en situación de discapacidad, maestros y cuidadores, entre otros