Antes que escritor, Jorge Franco Ramos quería ser cineasta. Incluso, adelantó estudios en la Escuela de Cine Internacional, en Londres, Inglaterra. En el ejercicio de redactar argumentos, guiones literarios y sinopsis cinematográficas se encontró de frente con una cascada de ideas, imágenes, personajes y locaciones que lo traían de vuelta a su querida Medellín.
“Mientras hacía esa labor me di cuenta de que muchos de los planteamientos se podían llevar a un texto más elaborado, tipo cuento o novela. Yo había estudiado Literatura en Bogotá y, aunque no terminé, tenía disciplina y cercanía con los libros”,
le comentó el escritor a Adriana Cooper, directora de este medio, en un conversatorio efectuado el sábado 14 de junio en la Feria Cultura y Libros El Tesoro.
Durante la charla, con cerca de 200 asistentes, el autor compartió aspectos del abordaje que hizo para comenzar a narrar, a su manera, aquellas historias que afloraron en la capital antioqueña entre los años 80 y 90: “Sentía que nosotros le debíamos mucho a Medellín, pero que la ciudad también tenía una deuda grande con todos sus habitantes”.
Esa búsqueda lo llevó a choques extremos con realidades que le sirvieron para nutrir argumentos, caracterizar personajes y generar diálogos en sus obras. Él, residente de El Poblado, y con varios años inmerso en la academia bogotana, tuvo que hacer un redescubrimiento de su ciudad natal antes de sentarse a escribir.
“Rosario tijeras nació después de un encuentro que tuve con varias jóvenes que estaban protegidas en ‘La Pola’ y con relatos que las asociaba a bandas delincuenciales, combos armados y hasta la mafia. Para mí es una novela de amor, un triángulo sentimental, en medio de esa fiesta de los 80 que nos remite a discotecas, droga y violencia”,
describe.
Un día después, el domingo 15, Jorge Franco Ramos fue el protagonista del Club de Lectura de la Feria: “Si pudiera elegir entre escribir y leer, me quedo con la lectura. Para mí este viaje delicioso a través de las palabras y los autores es indescriptible”, dijo.
Allí, antes que hablar de su laureada producción literaria compartió una lista de algunos libros que para él son de cabecera: Mientras agonizo (William Faulkner), A sangre fría (Truman Capote), Mañana en la batalla piensa en mí (Javier Marías), Últimas tardes con Teresa (Juan Marsé), Conversación de la catedral (Mario Vargas Llosa), Cien años de soledad (Gabriel García Márquez), La Carretera (Cormac McCarthy), Pedro Páramo (Juan Rulfo) y Ficciones (Jorge Luis Borges).
El también autor de El mundo de afuera, El cielo a tiros, El vacío en el que flotas y Paraíso travel, entre otros títulos, se refirió a los nuevos escritores de la literatura colombiana: “Me gusta y leo mucho lo que están haciendo, por ejemplo, Gilmer Mesa, Pilar Quintana y Luis Miguel Rivas”.
De manera frecuente sus seguidores le consultan si algún día escribirá una versión moderna de su éxito Rosario tijeras. “Si existiera una Rosario de esta época, ella tendría que tener Instagram”, cuenta.
A la fecha, esta obra, que se publicó hace 25 años, ha sido traducida a 14 idiomas. Y como serie de tv se ha emitido en diez países; en México, la producción ya va para la cuarta temporada con una Rosario que tiene una hija adolescente proclive de recorrer los tormentosos caminos de su mamá.
“Un libro es una botella que se arroja al mar y uno no sabe a qué playa va a llegar”,
Jorge Franco Ramos, escritor.
Franco y Vivir en El Poblado
En una conversación íntima, primero con la junta directiva y los columnistas; y luego, con el equipo de redacción y fuerza de ventas de Vivir en El Poblado, Jorge Franco Ramos nos compartió, sin entregar muchos detalles, que, por primera vez, está en la producción de un thriler.
“Ahora que vivo allá, soy un extranjero contando una historia que ocurre en EE. UU. Es una forma de escritura muy distinta a la que hago; me lleva mucho trabajo, pero lo he disfrutado mucho. Es algo que nunca había hecho, que es contar una historia en orden cronológico”,
detalla.