Se acabó el miércoles 12 de octubre de 2016 y entre los mensajes de solidaridad, reivindicación, esperanza o señalamiento que produjo recordar el tercer año de la tragedia del edificio Space hubo en especial un silencio que marcó la jornada.
Federico Gutiérrez, habitual de la gestión de prensa y de redes sociales (pasó de 39 mil tweets), como corresponde en un funcionario que se presentó desde su primera candidatura a la Alcaldía y desde el Concejo Municipal como cercano a la gente, ese miércoles 12 de memoria de la tragedia, la víspera, el jueves 13 de octubre y todavía hoy, optó por el silencio.
Algo más de 184 mil seguidores en Twitter y de 209 mil en Facebook no le leyeron un “aquí estoy yo”, bajo ningún enfoque de cara a la tragedia. Aníbal Gaviria en esa misma jornada usó Twitter para mencionar el foro Low Carbon City. Claudia Restrepo, alcaldesa encargada para la fecha del desplome de la torre 6 con 12 personas en su interior, sí agregó su voz en redes sociales: “Me visto de blanco. Este es un día que nunca olvidaré. Abrazo a víctimas tragedia Space y familias afectadas”.
La SAI, por su parte, ese día 12 publicó el Seminario sobre Nuevas Fuentes de Energía.
El Alcalde Federico el 12 sí trinó: saludó al concejal Carlos Alberto Zuluaga y reportó sobre la baja intensidad en las lluvias, los eventos UCLG Congress y Cities for Life, los 6 buses nuevos para Aranjuez – Santa Cruz, el regreso de niños a sus escuelas y sobre “La Terraza”.
Como prueba de que no fue un descuido, el 13 de octubre hubo trinos para todo: Cultura Ciudadana, fotomultas, bilingüismo, presupuesto, Santa Elena, educación. Ni se diga de los días siguientes, que muestran una agenda intensa, descentralizada, multitarea, pero sin Space: Plan de Desarrollo, Alcalde de Bilbao, adopción de mascotas, Alcaldesa de París, La Bayadera, moto recuperada en El Poblado, ciclovía en Las Palmas, retreta, cáncer de seno, foto con Con Ban Ki-moon, capturas por cocaína y marihuana en El Poblado, caída del puente peatonal en Eafit.
Del despacho del Alcalde manifestaron que no habría un pronunciamiento oficial, más allá de asignar a un subsecretario para responder preguntas.
Space, sus muertos, sus víctimas en vida, no entraron en la agenda. Quedaron borradas del mapa apenas al tercer año. Implosionar el debate, fomentar el silencio, no tomar lecciones con rigurosidad y reservar el caso para dolientes y abogados es un error, otro error, que no se puede permitir Medellín.