Frank Londoño
En concepto de Posada, este es un buen momento para la percusión en la ciudad. “La filarmónica de Medellín tiene una variedad grande en su instrumental de percusión, lo que nos ha permitido hacer conciertos y eventos enfocados en la percusión, y además hay un interés muy grande por su estudio en las universidades, con muy buenos profesores”, explica.
Juan David Forero
“Queríamos mostrar dos talentos nacionales en una sola noche, cada uno con un concierto muy distinto, uno del barroco y el otro contemporáneo, para darles relevancia”, declara Posada. Además de estos dos conciertos, la Orquesta Filarmónica de Medellín tocará la Sinfonía n°4 de Tchaikovsky, que según Posada, también director musical de Filarmed, es parte de un ciclo de conciertos de este compositor, “muy querido por el público. Por eso, me gusta combinarlo con obras de música contemporánea, que son más difíciles de poner en el repertorio de las orquestas porque hay más dificultad para escucharlas”.
Termina secuencia de Tchaikovsky
“Este año he querido hacer el ciclo de las tres últimas sinfonías de este compositor, obras muy relevantes del periodo romántico, que es el que más se adapta al repertorio de una orquesta grande y numerosa, justo como la filarmónica”, dice el director musical.
También, las sinfonías tienen entre ellas “un puente, un vaso comunicante”, que describe Posada como los tres últimos episodios de la vida del compositor, que finalmente “sucumbió a la depresión y al suicidio”. “Esta cuarta sinfonía fue una primera muestra de lo que él estaba viviendo y por eso fue llamada la trágica, o la del destino. Es una sinfonía muy impetuosa”, concluye el director.