Desde Manila nos enviaron quejas con una preocupación común: el descontrol de la actividad edificadora en este barrio, otrora residencial, como hemos informado en esta sección y en reportajes en nuestro periódico. “La situación está desbordada, no hay quién controle. Los constructores hacen y deshacen sin que nada les pase”. Residentes y turistas tienen que usar la calzada porque los andenes están ocupados con maquinaria y materiales (como el generador y la tubería que se ven en la foto). “El polvero es mucho. Son tan conchudos que están haciendo talas por cuenta propia. Son tan atrevidos que, en la calle 12 con 43B, cortaron un árbol de mango muy bonito y se llevaron los restos en una camioneta blanca particular. Tenemos las fotos y ya hicimos la denuncia”.