La reforma laboral, una de las apuestas centrales del presidente Gustavo Petro, fue aprobada en su tercer debate en la Comisión Cuarta del Senado. Con una jornada intensa marcada por tensiones políticas y técnicas, el texto mayoritario (liderado por la senadora Angélica Lozano) logró respaldo con 69 artículos avalados y otros 40 admitidos como constancia para futura discusión. La votación dejó en el camino la ponencia alternativa del Gobierno, presentada por Aída Avella.
La iniciativa incluye avances como la formalización de trabajadores de plataformas digitales, salario mínimo para internos de medicina y la posibilidad de cotización proporcional para micronegocios. También se aprobaron los recargos del 100 % por trabajo dominical y festivo, y el inicio de la jornada nocturna a las 7:00 p.m., sin excepciones para pequeñas empresas. Estos cambios buscan actualizar la legislación laboral frente a nuevas formas de empleo.
Sin embargo, sectores sindicales y de izquierda acusan el desmonte de garantías laborales históricas. La eliminación de la ponencia alternativa fue duramente criticada por congresistas como Aída Avella y Alfredo Mondragón, quienes denunciaron la exclusión de sindicatos en el debate y el hundimiento de propuestas clave como el contrato sindical. Según Avella, “se impuso la justicia empresarial” en una reforma que debía haber priorizado los derechos de los trabajadores más vulnerables.
El proyecto entra ahora en otra etapa: la plenaria del Senado, donde el Gobierno no tiene mayorías.
Con plazo hasta el 20 de junio para ser aprobado o hundirse, el proyecto de reforma se dirige a un escenario incierto. El ministro de Trabajo, Antonio Sanguino, anunció que en la plenaria insistirán en propuestas más ambiciosas como ampliar la jornada nocturna desde las 6:00 p.m. y prohibir despidos sin justa causa. Mientras tanto, los movimientos sociales siguen en movilizaciones el día de hoy en todo Colombia, hasta el momento no se ha presentado ningún incidente a causa de estas.