Por Laura Montoya Carvajal
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Las ferias comenzaron en 2009 en Bogotá, y en la que tendrá lugar en Plaza Mayor este año el hilo conductor será el involucramiento parental. Según Saldarriaga, varios bloques guiarán el día y las conferencias con expertos, pero además habrá un encuentro de líderes y otro de rectores: “Vienen a aprender sobre modelos de trabajo conjunto entre familia y escuela”, dice la también psicóloga.
Los bloques, en este caso, hablarán de temas problemáticos o positivos que enfrentan todos los días los acompañantes a retos que superar. Saldarriaga abrirá la discusión sobre crianza de educación hablando sobre las altas expectativas de los padres al educar a sus hijos: “Las altas expectativas no solo ayudan a guiar el camino, sino que se cumplen, los niños tienen mejores indicadores en lo educativo y pueden desarrollar mejores competencias”.
La directora de contenidos también aclara que se abordará el aspecto de comunidades y familias educando para la paz, que tendrá a cargo José Fernando Mejía. “Son temas que hemos venido trabajando hace mucho tiempo sobre cómo estas habilidades relacionadas con las competencias ciudadanas nos sirven para construir paz desde adentro de las familias. Hablamos de como aprender a perdonar, a resolver conflictos, a valorar la diversidad y a participar, desde los entornos más elementales como las peleas con los hermanos o situaciones escolares”, dice la psicóloga. Los demás bloques desarrollarán estilos de vida que promueven el bienestar y reflexiones en torno al aprendizaje de niños y padres.
Resiliencia y niñez
En una de las conferencias, el psicólogo Leonardo Aja abordará la mirada del optimismo en la educación y la crianza. El psicólogo forense y experto en drogodependencias menciona que buscará presentar tres miradas académicas al optimismo: la resiliencia, la psicología positiva y la loboterapia o enfoque existencialista.
“Estas son miradas esperanzadoras que incentivan, alientan y proponen más que destruir. La historia de la psicología normalmente ha estado enfocada en el estudio de lo enfermo, de lo insano, de lo que no está bien”, reflexiona Aja, quien es director científico de la Corporación Buscando Ánimo, enfocada en prevención del riesgo de suicidio y las adicciones. En su opinión, estas miradas cobran relevancia dada la actual coyuntura de acuerdos de paz, en especial la de la resiliencia.
“La resiliencia estudia qué es lo que fortalece a las personas en situaciones de particular adversidad”, enuncia, y aclara que así como este debe ser el enfoque de tratamiento hacia las víctimas, debe ser fundamental en la crianza de las nuevas generaciones. “Nos lleva a preguntarnos qué estamos haciendo en el entorno familiar para fortalecer a los niños, niñas y jóvenes. Los niños requieren seguridad y protección, pero qué sucede cuando se les protege más allá de lo que ellos pueden protegerse a sí mismos”. Completa que “el asistencialismo lo que hace es incrementar aquello que pretende combatir, dando sin que la persona asistida se comprometa con su propia vida. La resiliencia propone algo totalmente distinto”.
Según Saldarriaga, su idea es que “la red siga creciendo y se siga fortaleciendo, y que más instituciones y colegios se sumen a buscar soluciones y experiencias que salgan del día a día de la crianza de los niños. Esto es muy importante porque no solo deja capacidad instalada en los papás sino que hace que la comunidad se beneficie, al final”.
La Red PaPaz tiene presencia en 22 departamentos del país, y realiza actividades como 70 conferencias anuales para llegar a comunidades alejadas. El evento Escudos del Alma Antioquia en 2015 tuvo 1.611 asistentes, y el de este año es apoyado por Vivir en El Poblado.