Por Juan Felipe Quintero
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Todo esto me lo cuentan en medio de una amabilidad y una consagración por el trabajo y el servicio que da tajada, entre entradas de empanadas, chorizos y dos cortes de res ¿Y las pizzas? “El sueño no continuó. Para elaborar la napolitana es necesario tener un horno especial. Como los vinos, esta preparación tiene denominación de origen y sus procedimientos y en Medellín las posibilidades son otras”, explica el chef.
Pero cambiar no implica fracasar y Aurelia restaurante es prueba.
Si en el menú hay vinos Catena, El Enemigo o Sibaris, todo puede salir muy bien y, en efecto, Aurelia expresa en su cocina una propuesta para atender con gusto.
En chorizos me recomendaron el argentino, que está muy bueno: grueso, limpio, picantico. Pero qué lío elegir si es mejor que el de queso azul: todo aroma, equilibrio, provocación. Las empanadas, colombo argentinas, también están ricas y saben mezclar lo bueno de cada origen: la masa nuestra, como de iglesia, aunque de buen tamaño, y el relleno propio del sur, con carne cortada con cuchillo, cebolla y especias.
De postre estará muy bien el Texturas de chocolate, con tres tipos de cacao, moras y flores comestibles, postulado a premio en Medellín Gourmet.
La carta es más amplia y destaca salsas de lulo en la trucha o de mango en el Tocino santo. Es el valor agregado que halló el chef: “Aquí encontré muchas frutas y muchos sabores que no conocía: esa es mi propuesta como cocina de autor”.
Aurelia está en la calle 11 con la 43B. Opera de martes a sábados de 10 am a 10:30 pm y los domingos y lunes de 10 am a 4 pm.