La sorpresa mayor para los vecinos afectados por la obra, llegó después de hacer las reclamaciones por esos daños aparentemente asociables a la construcción. Aunque dentro del contrato de obra pública se exigía una póliza para cubrir daños a terceros, la que consiguió el primer contratista, en la letra menuda, como asegura Alzate, excluía daños en viviendas y sólo cubría perjuicios a vehículos.
Tal pronunciamiento comunicado a los afectados por parte de la Alcaldía, se deriva de un estudio por parte de la empresa aseguradora en la que concluye que los daños en 15 viviendas inspeccionadas, tres vehículos y las afectaciones a las redes de agua y de gas de EPM se podrían calcular en 303 millones de pesos, de los cuales 266 millones corresponden a daños en viviendas.
Según se puede leer en un informe, la póliza excluía “perjuicios provenientes de cimentación, incluido el debilitamiento de cimientos y bases, asentamiento, vibración del suelo y variaciones del nivel de aguas subterráneas, al igual que daños a propiedades adyacentes o estructuras existentes”.
La Secretaria de Infraestructura, Luz Marina López, reiteró a los residentes que sufrieron algún tipo de daño en sus inmuebles, presentar el reclamo por escrito. “Les solicito que empiecen a enviar las reclamaciones. Somos conscientes de lo que tenemos que pagar. Estamos dispuestos a negociar con los residentes”, aseguró la funcionaria en una comisión del Concejo de Medellín.
Sin embargo, Alzate, asegura que para actualizar el informe técnico y que incluya la totalidad de las viviendas que presentan alguna avería, se debe invertir en la contratación de un patólogo, que tiene un costo superior a los 70 millones de pesos. El vecino cuestiona: “Es lo que no sabemos, si nos dan esa plata en la conciliación o no, si no hay garantías, no nos metemos en ese gasto”.
Mientras entre los vecinos sortean ese dilema de ir a una conciliación, que si no es fructífera, se podría traducir en un largo pleito judicial, la obra de Los Balsos con la Inferior sigue detenida.