Marta Toro, directora de esta corporación, explica que esta fue conformada hace 16 años por ella y el artista Rodolfo Zuleta. “Las problemáticas de la juventud en las municipalidades, me atrevo a decir, son más complejas que en las ciudades. En los pueblos no hay muchas oportunidades para ellos, al contrario de lo que pasa en la ciudad”, dice.
Por esto es que la casa es un “oasis”, donde, describe Marta, los jóvenes llegan a mostrar su trabajo artístico y salen más seguros de sus capacidades. “Esta es una convicción ética, política y social de que tenemos que apostarle a la transformación de la vida de estos jóvenes”.
Sebastián Duque, quien es músico, da fe de ello. Desde que entró en 2011 ha tenido, en sus palabras, “un crecimiento personal”. Tanto él, como sus compañeros de la banda Sicodelia, que tocan blues rock, lo sienten. “Antes nos conformábamos con poco, y en la corporación logramos tener más responsabilidad, hacer más que antes y mejorar los resultados. Fuimos seleccionados para Antioquia Vive la Música”, cuenta él.
Marta piensa que “la zona y la región tenían una necesidad muy evidente de un movimiento con el arte como centro”. Además de músicos, enumera ella que hay fotógrafos, dibujantes, pintores, alfareros y talladores de madera oficiando en la zona. Los dos últimos hacen parte de las expresiones autóctonas de municipios de la zona Cartama, donde trabaja la corporación, es decir Valparaíso, Caramanta, Támesis, Pintada, Santa Bárbara, Montebello, Jericó, Pueblo Rico y Tarso. También los miembros del resguardo indígena Marcelino Tascón de Valparaíso han hecho parte con sus artesanías.
Mensualmente, en Valle del Paraíso realizan una velada artística; anualmente organizan dos muestras de artes visuales, una de artistas de Valparaíso y otra de la región Cartama, donde participan cerca de 30 artistas por evento, y alrededor de cuatro exposiciones de todo tipo también al año.
La ausencia desde la institucionalidad y la falta de visibilización y recursos para el arte y la cultura son los obstáculos que ellos buscan subsanar. “Paralelamente apoyamos procesos ambientales”, prosigue Marta, “hay problemáticas muy fuertes en la región, como la minería”.
En los próximos años, la corporación buscará abrirse a todo el suroeste antioqueño y rescatar las artes escénicas de Valparaíso, que según la directora fueron vitales hace unos 30 años y hoy no tienen ningún exponente. “El arte es transformador y sanador para la vida”, declara ella.