Te hemos estado observando y nos hemos dado cuenta de que ya no eres el mismo. Todo ha cambiado.
El otro día, tus oídos me dijeron que no has vuelto a escuchar la música que tanto te gustaba y tu nariz me comentó que no huele la fragancia a limoncillo y madera de tu perfume favorito. También, tu estómago se ha sentido irritado, porque ha tenido que trabajar horas extra descomponiendo la comida chatarra que consumes ahora, en lugar de los alimentos saludables que antes comías.
A causa de esto, he recibido quejas de tus rodillas, que deben soportar más peso del que estaban acostumbradas, y de tu páncreas y tu hígado, que están sobrecargados. Incluso, hay rumores en los pasillos de que algunos trabajadores de tu páncreas están pensando en renunciar debido al aumento de carga laboral. Y tú sabes que si esto ocurre, tu metabolismo se verá afectado y aparecerán graves enfermedades.
Tu piel y tu cabello tampoco están contentos. Me dicen que, con la materia prima que aportas, no alcanzan a cumplir con su función. Están sacando nutrientes de otras partes de tu cuerpo, pero estas reservas se agotarán pronto. Entonces, vas a notar más caída de cabello y verás cómo tu piel pierde su frescura y juventud.
No solo tus órganos y sistemas están trabajando más. El corazón está haciendo más esfuerzo para bombear la sangre, tus pulmones siguen el ritmo, y tu sistema inmunológico está en alerta roja, ya que las líneas de defensa han disminuido en número. Tus intestinos están luchando por extraer los nutrientes de la comida, pero no hay mucho de donde sacar. Y la lista sigue. Incluso, tus ojos me han dicho que han dejado de ver el caminito adornado con hortensias azules que solías recorrer todos los días y ahora, solo ven lágrimas asomándose en el reflejo del espejo.
Sabemos que algo te está pasando. Te conocemos bien y vemos cómo tu alma se está deteriorando, y nosotros con ella. Por eso, te escribimos esta carta para manifestar nuestra preocupación. Queremos que sepas que estamos aquí para apoyarte. Todos estamos listos: tus pies para caminar y correr, tus brazos para abrazar, tus ojos para volver a ver los paisajes y leer tus libros, y tu voz para reír sin control. Estamos esperando que decidas mejorar, por ti, por nosotros, por nuestro presente y futuro. Solo debes dar el primer paso, nosotros daremos el segundo y juntos seguiremos adelante.Posdata: Los neurotransmisores de tu cerebro, como la dopamina y la serotonina, te quieren agradecer por haber leído detenidamente esta carta, ya que, al hacerlo, lograste disminuir el estrés en todo tu cuerpo, mejorar tu estado de ánimo y, aunque fuera por unos minutos, llenarnos a todos, nuevamente, de esperanza.