Las razones de la alcaldía y el Área giran en torno a la integración territorial y su conveniencia en la mirada metropolitana. El alcalde Cardona manifestó que Envigado no puede “darle la espalda al desarrollo regional”, siendo una “isla”, y que además el municipio ha perdido mucho dinero al no contar con las retribuciones que han tenido otros municipios al pertenecer a la entidad, que funciona como autoridad ambiental y promotora de temas de transporte masivo y metropolitano, planificación territorial y ejecución de obras de interés público.
Hilda Castaño, consejera ambiental y coordinadora del colectivo Eco Humedales, opina que esta decisión debe tomarse de manera crítica, y que para esto se requiere considerar varios aspectos que en su concepto no están siendo expresados claramente en los debates y exposiciones de la administración municipal, en su opinión, en contra de la democracia participativa.
Expresa que “no estamos de acuerdo con el argumento de que hemos dejado de recibir recursos, pero también vamos a empezar a darlos. El alcalde no nos ha dicho cuanto vamos a aportar al tema del Ferrocarril de Antioquia: el gobernador ya está constituyendo la empresa y el Área Metropolitana es dueña del 24% de las acciones, entonces como entramos a aportar ahí”.
Por otra parte cuestiona la eficiencia del ente como autoridad ambiental: “Desde el año 2010 venimos denunciando atropellos al cauce de la cuenca Cien Pesos, y el Área no respondió por lo que corresponde al área urbana de Sabaneta”. También apunta que esa entidad no tiene un plan de ordenamiento metropolitano, sino que cuenta con la articulación de los planes de ordenamiento territorial de cada municipio.
En su opinión, otros temas como los servicios públicos, la situación de los transportadores, y la real necesidad de que “el mejor vividero del país” entre y necesite esta unión, también está dentro de sus argumentos. Invita a mirar la situación de los demás municipios.
Por su parte Jorge Melguizo, representante del colectivo Ciudadano Envigado defiende esta determinación como “un acto de madurez institucional”, que se acercará a un ejercicio de equidad territorial, donde el valle es “una gran ciudad con 10 municipalidades”: “El Área Metropolitana es una tarea pedagógica de hacernos entender que este valle es una sola ciudad” . Su planteamiento aborda los retos que su colectivo cree que debe priorizar esta integración.
Primero, considera importante poner en agenda el énfasis al medio ambiente y la ciudad compacta en los planes de ordenamiento territorial, porque “son los temas que marcan el desarrollo futuro de este valle en el que estamos obligados a convivir”. Ejemplifica que las cuencas y quebradas que llegan al río Medellín, corredores de biodiversidad, atraviesan todo el valle y su conexión y codependencia concierne a todos los municipios.
“Además de la movilidad, habrá que pensar en la cultura, en el desarrollo de vivienda y eventos culturales como la Feria de las Flores o el Festival de Tango, que podrían ser hechos metropolitanos”. Explica que las medidas como la densidad de viviendas en los territorios debe tener una coherencia regional, algo que puede lograrse con esta unión.