La reunión contó con la participación de la Agnès Pannier-Runacher, Ministra para la transición ecológica, energía, clima y prevención de riesgos de Francia, y Bárbara Pompili, enviada especial del Presidente de la República Francesa para la Cumbre One Water.
En el panel participaron Nik Sekhran, director ejecutivo de la oficina de WWF en Estados Unidos; Maša Kociper, ministra de Estado de Eslovenia; Carlos Manuel Rodríguez, director del Global Enviroment Facility (GEF), y Bahodur Sheralizoda, ministro del Comité para la protección Ambiental de Tajikistan.
En el segundo panel sobre agua dulce en el que estuvieron Musonda Mumba, secretaria General de la Convención Ramsar; Maurice Ntossui, ministro de Agua y Forrestería de Gabón; Yasmine Fouad, ministra de Ambiente de Egipto; Rita El Zaghloul, directora de la coalición ambición por la naturaleza y las personas, y Emna Al Dahak Al Shamsi, ministra para el Cambio Climático y Ambiente de Emiratos Árabes Unidos.
Durante la instalación del evento Bárbara Pompili, indicó que “El acceso, preservación y restauración del sistema de agua fresca tiene beneficiosos efectos para todas las crisis ambientales, el cambio climático, la biodiversidad y el daño de ecosistemas. No podemos dejar atrás al sistema de agua fresca. Hay que entenderlo”.
A su turno, Agnès Pannier-Runacher explicó que la iniciativa de protección y restauración de ecosistemas, impulsada desde Francia, busca unir no solo a los gobiernos, sino a todas las naciones hacia un objetivo común de conservación. La colaboración con comunidades indígenas ha sido clave, ya que estas comparten sus experiencias exitosas en la gestión ambiental, destacando la importancia de la financiación como factor crítico para avanzar en la agenda de biodiversidad. Esto ha motivado a muchos países a sumarse a las políticas del ecosistema francés, reflejado en el Primer Desafío Mundial, que se ha alineado con la WWF.
Compromisos interinstitucionales para proteger el agua dulce
Desde el 30 de septiembre, Francia lidera estudios en colaboración con la WWF, el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF) y la comunidad investigadora, cuyo objetivo es apoyar a la ONU en la creación de un plan de biodiversidad para combatir la desertificación. “Estos estudios y proyectos ya están marcha en diversas regiones y evidencian resultados positivos, reafirmando el compromiso compartido con la preservación ambiental”.
Emna Al Dahak Al Shamsi, ministra para el Cambio Climático y Ambiente de Emiratos Árabes Unidos, destacó que ellos como comunidad han sobrevivido pensando en tres pilares “la calidad del aire, la calidad del agua y de los alimentos. Así que estos son los beneficios del agua y tenemos que asegurar que la comunidad se una seguridad del agua. Tenemos el reto de conservar el agua y es un reto hermoso para la vida”.
Este evento ministerial buscó fortalecer los compromisos con los ecosistemas de agua dulce en preparación para la Cumbre One Water, que se realizará el próximo 3 de diciembre en el marco de la próxima sesión de alto nivel del decimosexto período de sesiones de la COP16 de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (CNULD) en Riad, Arabia Saudita.
El evento tuvo como objetivo incubar soluciones para la gobernanza del agua dulce, especialmente de cara a la Conferencia de la ONU sobre Agua en 2026.
Durante el encuentro en la COP16, se destacó la importancia de la sinergia entre los compromisos nacionales e internacionales, integrando soluciones basadas en la naturaleza, como la conservación y restauración de humedales, para garantizar la disponibilidad de agua y enfrentar la contaminación.
Se planteó una hoja de ruta para la conservación y restauración de estos ecosistemas, que se presentará en la Cumbre One Water. La reunión también permitió movilizar recursos para el objetivo 30×30 de conservación de ecosistemas de agua dulce.