Durante el año y dependiendo del clima, los hábitos o las condiciones del ambiente, hay enfermedades más frecuentes en perros y gatos, los animales de compañía más comunes. Una de ellas es la pancreatitis, capaz de inflar al páncreas.
Este órgano tiene como función regular el azúcar en la sangre a través de la producción de insulina y de enzimas que participan de la digestión en el intestino.
Son más sensibles de sufrirla aquellos animales que tienen problemas hormonales, obesidad o presentan vómitos fuertes. Angela Graciano, veterinaria y directora del centro veterinario Reino Bigotes, nos cuenta que esta enfermedad se va transformando con el tiempo y puede causar la muerte.
También es capaz de causar dolor abdominal, vómitos, diarrea, anorexia, depresión y deshidratación. En los gatos, es responsable de ictericia, una coloración amarilla que se observa en las mucosas. En los perros, esta enfermedad está entre el 27 y 42%.
Tratamiento y el secreto para prevenir
A partir de la presencia de alguno de los síntomas, se necesita un hemograma, determinación de lipasa pancreática específica, coprológicos y ecografías.
“En algunos felinos es necesario realizar una intervención quirúrgica debido a que en su sistema digestivo tienen un solo conducto compartido por el conducto bilial y el pancreas que desemboca al duodeno. Esto hace que la presencia de esta enfermedad sea más común en gatos”, cuenta Angela Graciano.
“La clave está en no dar alimentos con exceso de grasa o de carbohidratos. La mayor parte de los alimentos de buena calidad están enfocados en tener un buen valor en niveles de proteína, fibra y están limitados en grasa.
Casi siempre, la pancreatitis surge por alimentos que tienen exceso de grasa, es decir, pasa porque a veces, las personas responsables de los animales suministraron el concentrado con algún elemento que tenía exceso de grasa y aquí es donde comienza el proceso inflamatorio”.