La Alcaldía de Medellín inició la destrucción de 888 armas traumáticas, neumáticas y de fogueo, junto con 744 proveedores y más de 4.500 cartuchos, como parte de los esfuerzos para reducir la violencia en la ciudad.
Las acciones de seguridad realizadas en octubre permitieron la captura de 16 personas involucradas en la fabricación y tráfico de armas de fuego, además de la incautación de 22 armas destinadas a actividades delictivas.
“Cada una de estas armas representa un delito menos y una vida protegida”,
afirmó Manuel Villa Mejía, secretario de Seguridad y Convivencia.
El proceso de fundición, llevado a cabo en Pascual Bravo, busca dar un nuevo uso a estos elementos a través de proyectos académicos y artísticos.
“Este es un mensaje de reconciliación, donde transformamos herramientas de violencia en productos para la comunidad”,
puntualizó el rector Juan Pablo Arboleda Gaviria.