El Treeradar, es un sistema no invasivo que evalúa el estado de las raíces de los árboles con una profundidad de hasta cinco metros, de esta manera se puede detectar su distribución, es decir, hasta dónde se extienden, conocer su calidad para evaluar el riesgo de caída o daños a una propiedad sin necesidad de intervenir el terreno.
Con el tomógrafo se logran imágenes detalladas del interior del tronco y revisa la estructura interna de los árboles, permitiendo identificar posibles enfermedades o afecciones de las especies arbóreas. Con esta información, se toman decisiones sobre si hay que talar, podar o iniciar un tratamiento.
“Con los resultados, se puede conocer si se está pudriendo el tronco, si las raíces están ocasionando daños y así determinar el riesgo. Estas tecnologías nos permiten tomar decisiones más informadas y acertadas de manera que podamos proteger a nuestros ciudadanos y nuestro patrimonio natural”, aseguró Ana Cecilia Arbeláez, líder de control del Área Metropolitana.
Durante este año más de 150 árboles se han evaluado con esta tecnología que permite avanzar en una revisión de los árboles, detectando enfermedades e infecciones potenciales, así como valorar el riesgo de colapso. Esto ayuda a tomar medidas preventivas y correctivas en aquellos árboles que presentaban signos de declive avanzado o significan un peligro para la seguridad de los residentes del Valle de Aburrá.
Un 70 % de las solicitudes que se reciben en el Área Metropolitana del Valle de Aburrá corresponde a ciudadanos que piden evaluación de los árboles, aunque la mayoría de ellos no representan un peligro.