Por Daniel Palacio Tamayo
Los hechos que tienen por el momento con medida de detención domiciliaria a cinco de los policías que para el año 2009 prestaban vigilancia en El Poblado fueron denunciados por dos hombres, en ese entonces menores de edad, quienes aseguran que recibieron malos tratos en la Estación de Policía local.
Según la Fiscalía, en abril de 2009, los jóvenes, de quienes nos reservamos el nombre, se movilizaban por La Aguacatala en una motocicleta cuando fueron requeridos por los uniformados, quienes los trasladaron hasta la estación de Policía de El Poblado donde “fueron esposados y sometidos a malos tratos”. Entre los vejámenes que habrían recibido los dos menores se encuentran, según ellos, una detención por más de 3 horas, golpes en diferentes partes del cuerpo, intento de ahogamiento con bolsas plásticas en la cabeza y, según narró uno de ellos al ente investigador, hasta le habrían disparado en la cabeza con una pistola sin carga.
Entre los uniformados que estarían involucrados en estos hechos se encuentra el capitán Germán Andrés Trujillo, los suboficiales Édison Andrés Londoño y Carlos Andrés Sandoval, así como Said Suárez Contreras, quien actualmente goza de una pensión de esa institución. El defensor de los uniformados, Jorge Alexander Ruiz Restrepo, aseguró que sus defendidos no representan un peligro a la sociedad por lo que recibieron el beneficio de casa por cárcel, mientras avanzan las siguientes etapas del proceso penal.
Según el abogado defensor, este se trató de un procedimiento rutinario realizado por los patrulleros, cuando estaba en vigencia la medida de la restricción al parrillero hombre en la ciudad, por lo que se les pidió a los jóvenes dirigirse hasta la estación donde solo se haría con el Tránsito un proceso administrativo para la inmovilización del vehículo. Este se desarrolló, según su versión, sin sobresaltos, pese a que los agentes de Tránsito nunca llegaron al sitio, por lo que, según el abogado, el proceso se terminó en menos de 40 minutos.
Ruiz Restrepo descarta la versión de que los menores hayan sido conducidos hasta la estación de Policía por las denuncias del robo a una mujer en el sector donde habían sido sorprendidos, pues no habrían denuncias al respecto para el día en el que se presentaron los hechos. El abogado se pregunta, si los uniformados actuaron supuestamente mal, ¿por qué dejaron huella de su comportamiento?
Después de la audiencia realizada el 11 de febrero en el juzgado 28 penal municipal de control de garantías de Medellín, ninguno de los uniformados aceptó los cargos por tortura agravada que le fueron imputados por la Fiscalía. La Procuraduría investiga disciplinariamente a estos uniformados. La Policía Metropolitana anunció que es respetuosa de las decisiones de la Justicia por lo que colabora con la investigación para esclarecer estos hechos que involucran a cinco miembros de la institución.