Vecinos del edificio Casteloblanco, aledaño al centro comercial Santafé, vuelven a quejarse por los perjuicios a la movilidad y convivencia que generan algunos repartidores por aplicación, quienes, con sus motos, utilizan la bahía de acceso a ese conjunto residencial para esperar una nueva solicitud de servicio. “Luego de que están allí, quedan basuras en el sitio; también hemos sido testigos de consumo de sustancias alucinógenas por parte de ellos mismos”. A raíz de episodios como estos, que afectan condominios ubicados muy cerca de centros comerciales (también se quejan de lo mismo vecinos a Oviedo, por ejemplo), sabemos que la firma Rappi dispuso de una mesa de trabajo con comunidades que funciona en El Poblado (sector de Los Parra, 301 5474099). Eso sí, hay que tener en cuenta que, pese a su popularidad, Rappi no es la única aplicación de repartidores en moto que opera en la ciudad.