Hasta pencas son utilizadas para el ornato de las nuevas obras públicas
Por Daniel Palacio Tamayo
Aunque Medellín haya llevado con orgullo el reconocimiento como ciudad de la eterna primavera, aquí no todas las plantas pueden pelechar. Según el experto en paisajismo Andrés Ospina, en los últimos años ha notado errores simples, pero recurrentes en esta materia, principalmente en las obras públicas.
Por ejemplo, en la nueva glorieta de Los Balsos cerca a ISA, Ospina señala la siembra de unos 20 cartuchos, una especie usual de tierra fría y que posiblemente no soporte los niveles de polución de la ciudad. “Una planta de esas vale unos 5 mil pesos cada una; en esta obra son 200 mil pesos tirados al suelo”, apunta el experto, quien asegura que un trabajo de paisajismo como el de la intersección de Los Balsos con la Superior pudo demandar cerca de 10 millones de pesos.
Otros casos similares se pueden encontrar en otros jardines de áreas públicas de El Poblado, donde el experto ha visto Agapantos, que si bien se pueden sembrar a la altura de Medellín, solo florecen en tierra fría, y Dracenas, que son usadas para interiores principalmente.
También es una preocupación la sostenibilidad de estas zonas verdes, que no solo tienen un criterio estético, sino que, según el paisajista, cumplen funciones de regulación climática y como corredores de fauna silvestre, por lo que habría que preguntarse por la sostenibilidad de esos espacios verdes. Según él, la siembra de estas plantas debajo de puentes donde no les llega ni sol ni agua, es ilógica.
Germán Restrepo, experto en silvicultura del Jardín Botánico de Medellín, asegura que aunque desde esa entidad han promovido una mayor biodiversidad en el paisajismo de la ciudad, también hay que preguntarse si al seleccionar las especies se tiene en cuenta la adaptabilidad a las condiciones del sitio en que se sembrarán, además de colores y formas.
La entidad recomienda a los contratistas seguir el manual de silvicultura de la ciudad, que indica cuáles son las características de cada una de las plantas y cómo las especies nativas se podrían adaptar al entorno de la ciudad, que junto a los liriopes, linos enanos y otros follajes muy utilizados, engalanan andenes y corredores de Medellín.