La formación del Colegio Hontanares se enfoca en aspectos como el bienestar, la autogestión, la autorregulación, el liderazgo y un excelente nivel de inglés que facilita el bilingüismo. También se trabaja el mindfulness, las metodologías ágiles, las artes y los deportes, lo que potencia los procesos cognitivos y sociales.
En un campus de 60.000 m2, ubicado en la Loma de El Escobero, los estudiantes se organizan por Escuelas: Inicial (hasta los 8 años), Básica (tercero a sexto), Media (séptimo a noveno) y Superior (décimo y once). Desde noveno, los estudiantes empiezan a profundizar en áreas como nanotecnología, biotecnología, comunicaciones, mercadeo y finanzas, música y software, preparándolos para un mundo colaborativo y orientado a proyectos.
Ana Isabel Piedrahita Mejía, rectora del Colegio Hontanares, explica que el modelo pedagógico “busca que cada estudiante encuentre su mejor versión en este mundo y en el mundo futuro. La misión del colegio es entregar herramientas para que los estudiantes puedan resolver cualquier desafío que se les presente en el futuro”.
El proyecto Brújula de Vida evalúa diariamente el estado socioemocional de los estudiantes, por medio del método Ruler y ofrece un diploma dual en colaboración con una institución canadiense, permitiendo que los estudiantes obtengan una doble titulación.
Los padres recomiendan
“Los niños estudian desde la felicidad, interactúan con el bosque, no están educando niños escarabajos, doblados todo el día con la cabeza en los libros. Por la tarde pueden compartir con sus familias o hacer otras actividades”,
Diana Mondragón.
“El Colegio le da importancia al desarrollo individual por lo que el aprendizaje se vuelve más significativo en ese contexto; también hay un enfoque especial en el cuidado del medio ambiente”, Carlos Andrés Pemberthy“Los niños de hoy vienen con un chip distinto y el Colegio es capaz de entender esa realidad que vivimos; además de entender las dinámicas del niño y su familia, hacen un gran acompañamiento”,
Lina Restrepo.