En una reunión crucial que reunió a representantes de las Oficinas de Gestión del Riesgo, Organismos de Socorro y Secretarías de Medio Ambiente de los 9 municipios del Valle de Aburrá y el Distrito de Medellín, el Área Metropolitana del Valle de Aburrá lanzó un llamado a la revisión y monitoreo de puntos críticos y la actualización de los planes municipales de gestión del riesgo. Esta convocatoria surge en anticipación a la segunda temporada de lluvias del año y la alta probabilidad de la llegada del fenómeno de La Niña.
“En este momento de transición, el llamado es para que hagamos todas las actividades de limpieza de quebradas, de revisión y de monitoreo de los puntos críticos y la actualización del plan municipal de gestión del riesgo”,
destacó Luz Jeannette Mejía, Líder de Gestión del Riesgo de Cambio Climático del Área Metropolitana del Valle de Aburrá.
Durante el encuentro, se compartieron datos y análisis meteorológicos y ambientales del primer semestre del año, junto con la socialización de escenarios relacionados con la temporada de lluvias y el fenómeno de La Niña esperados para el segundo semestre de 2024. Esta información es vital para la prevención de riesgos y la toma de decisiones.
El segundo semestre también promete la intensificación de las Ondas del Este, perturbaciones en los vientos que pueden generar lluvias en el norte de Colombia y eventualmente dar origen a ciclones tropicales en el Atlántico. Según el más reciente reporte de la NOAA (Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica), se anticipa una temporada de huracanes más activa de lo normal, debido a factores como las altas temperaturas en el Océano Atlántico y las condiciones favorables de vientos para la formación de tormentas tropicales.
El llamado para cada municipio es claro: deben prepararse para posibles emergencias, identificar zonas susceptibles a inundaciones y movimientos en masa, y utilizar los recursos e información ofrecidos a través del proyecto SIATA.
En la actual temporada de menos lluvias de 2024, que abarca junio, julio y agosto, se destaca que junio ya superó los acumulados de lluvia promedio del mes, y para el resto de la temporada se espera una mayor ocurrencia de lluvias en las madrugadas. Además, las descargas eléctricas registradas en abril y mayo superaron los históricos para todo el territorio metropolitano, con un notable número de descargas sobre Bello y Girardota.