Por Laura Montoya Carvajal
Antón Laguna, el director de producción de la película española Palmeras en la nieve, levantó el pasado 6 de febrero el galardón a mejor dirección artística en los Premios Goya, realizados en Madrid. Esta película, que fue rodada en tres locaciones colombianas, también trajo un mérito para el país, pues la dirección de arte en Colombia estuvo a cargo de Mamba Art, una empresa con sede en el barrio Manila.
Patricia Arango es la directora de Mamba y lleva tres años y medio trabajando en este sector. Es arquitecta de la Universidad Pontificia Bolivariana, y se especializó en la dirección de arte, trabajo con el que ha podido colaborar en producciones internacionales como Mena y The Boy, ambas con rodajes en Colombia.
Para Palmeras en la nieve, cuya historia se desarrolla en 1953 en Nueva Guinea, Patricia y su equipo, conformado por Sebastián Velásquez, Laura García, Melissa Cartagena, y Laura Lopera y otros equipos, tuvieron que trabajar en la Jagua (Cesar), Bahía Solano (Chocó) y Santa Marta (Magdalena).
Fotograma de la película Palmeras en la nieve
El reto, según la directora, fueron las condiciones de clima y suelo de estas locaciones.
“Estaba en mis primeros meses de embarazo y fue muy complicado. Tenía náuseas, madrugábamos a las 3 de la mañana, hacía mucho calor, había carretera destapada, y muchos mosquitos y animales”, explica.
En su trabajo tuvieron que hacer estudios de paisajismo para lograr que los lugares se parecieran a Nueva Guinea, sembrando plantas y decorando espacios. Según Patricia, lograr esta semejanza de los exteriores y hacer la ambientación de la época fueron los elementos más complicados de la producción.
“Todo era una experiencia extrema”, agrega ella, “en Chocó había que entrar con machete a la selva y el cronograma lo regía la marea”.
El reconocimiento es, en opinión de la arquitecta, la muestra de que en Medellín hay un movimiento importante alrededor del cine, entre otros gracias a la labor de Alejandro Arango y de Laura Gómez, de Contento films, y la Comisión Fílmica, y además la Ley de cine que facilita que se hagan rodajes en esta ciudad.
“Para todos fue una felicidad muy grande, recibir el correo de Anton haciéndonos partícipes de su premio. Físicamente fue un rodaje agotador, los horarios y las condiciones eran muy duras. Dormí como 15 días después de eso”, concluyó Patricia.
Palmeras en la nieve se estrenó el año pasado y fue dirigida por Fernando González Molina. En los premios Goya también ganó el premio a mejor canción original, que fue entregado a Lucas Vidal y Pablo Alborán.