Isabella Jiménez Gómez, la vigente Reina Nacional del San Pedro en El Espinal (departamento del Tolima), vecina de la Loma del Indio, aparte de su porte y simpatía, tiene el especial mérito de llevar la cultura y el folclor colombianos como partes inseparables de su propia identidad. Y, desde luego, también es toda una experta en el llamado bambuco fiestero, la rápida y exigente danza, de menos de tres minutos de duración, que es requisito imprescindible para todas las candidatas en el mencionado reinado.
En el escenario, esta encantadora trigueña de 23 años, próxima a recibirse como profesional de la Facultad de Negocios Internacionales, en la Universidad de Medellín, no pasa desapercibida para nadie. Como es tradición, siempre llega allí descalza y ataviada con su tocado de cayenas, colorida pollera recargada de gruesas enaguas, blusa blanca ricamente bordada y, sí, también con su monocromático compañero de danza.
Verla luego de una soberbia secuencia de codos, ochos y perseguidas (más otros seis pasos que incluyen el valseo, una serie de torsiones inverosímiles del torso femenino) le queda muy claro, a cualquier espectador, el por qué Isabella Jiménez es la décimo sexta monarca nacional de dicho certamen folclórico y la segunda antioqueña en merecer la misma distinción.
El San Pedro y su reinado se celebran cada año, en la segunda ciudad tolimense, durante el puente festivo de San Pedro y San Pablo (29 de junio, en el santoral católico).
Valga decir que, dicho por ella misma, juega (por no decir que danza) con “cierta ventaja”. Desde los dos años de edad está en la disciplina del Ballet Folclórico de Antioquia, reconocida institución que, a su juicio, la enamoró de las tradiciones culturales y artísticas colombianas, más allá del San Pedro; sin duda, una celebrada rareza dentro de nuestra juventud femenil.
Si bien se graduó como bachiller, con énfasis pedagógico, de la Escuela Normal Superior Antioqueña, en el sector de Buenos Aires, ella ha mantenido siempre fuertes y agradecidos lazos con la Comuna 14 (El Poblado).
“Estoy muy agradecida con la Casa de la Cultura, en el barrio Manila, porque me facilitaron los espacios para ensayar fuertemente, de cara al reinado. También con personas muy bonitas, como don Gabriel Pacheco y doña Inés Sánchez, gestores culturales, quienes me han apoyado en este sueño de representar a mi departamento y exaltar el folclor nacional”, comentó.
El reinado de Isabella Jiménez Gómez terminará el último fin de semana de este mes de junio, cuando se elegirá una nueva reina en aquellas tierras espinalunas. Hace justo un año, fue la mejor entre 14 representantes, de igual número de departamentos colombianos. La corona y la banda, en breve, serán cedidas por ella, con su infalible sonrisa, mas no el compromiso vital que se ha trazado desde pequeña y que mantiene inmarcesible.
“Seguiré adelante con mi pasión por la cultura y el folclor colombianos, con el ejercicio de mi carrera. Este sector necesita de más profesionales que muestren nuestra cultura al mundo y que le aporten decididamente a su difusión y permanencia”, sentencia con una convicción contagiosa y esperanzadora.