El tema definido por Naciones Unidas para conmemorar, este 8 de junio, el Día Mundial de los Océanos es “Despertar desde las profundidades”, una invitación para que las comunidades de todos los continentes asuman una relación más consciente, sostenible y respetuosa con los ecosistemas marinos.
De acuerdo con análisis científicos, la vida de los océanos comienza en las montañas entre cumbres nevadas, páramos y bosques húmedos, allí en las denominadas “fábricas de agua”. Así, toda la red hídrica surgida desde las cordilleras, elevaciones y valles de una región converge en afluentes que desembocan su caudal en los mares.
En tal sentido, los investigadores dan cuenta acerca del impacto que sobre los océanos ejercen no solo las ciudades costeras, sino también los centros urbanos que están ubicados a cientos de kilómetros de los litorales. Indican que, así como ocurre con el “efecto mariposa”, las acciones desencadenadas desde el interior de los territorios causan consecuencias impredecibles en la biodiversidad marina.
“Hoy tenemos mares plastificados, con pérdida de biota, reducción de biodiversidad y altamente contaminados por agentes químicos generados desde nuestras propias casas y que terminan su recorrido en los océanos”, explicó Alex Fernando Rúa Cardona, doctor en Ciencias del Mar y profesor universitario.
Además de la alta concentración de polímeros, químicos y sintéticos que hoy inundan las corrientes marinas, los expertos enfatizan también en la urgencia de ejercer un turismo de sol y playa más responsable y con conciencia ambiental. Señalan que pequeñas acciones como recoger de la arena elementos plásticos, envases y otros desechos, evitar arrojar colillas de cigarrillo y reducir el uso de bronceadores y otros líquidos disminuyen el riesgo ambiental en los mares.
“La vida viene del océano y la vida se sustenta gracias a los océanos. Las concentraciones de oxígeno en el aire de las que hoy disfrutamos, y que nos permiten vivir, son producidas principalmente por los océanos, no por las plantas terrestres. Entonces, cuidar los océanos es cuidar la vida, es preservar la existencia de todos los seres presentes en la ‘Pachamama’, nuestra única casa en el universo”, puntualizó el docente.
Los océanos cubren más del 70 % de la Tierra lo que los convierte en fuente de vida y sustento de la humanidad y demás organismos. Según cálculos el 50 % de oxígeno del llamado “Planeta Azul” se genera en los mares. Los océanos también son fuente de proteínas para más de mil millones de personas en el mundo. Sin embargo, casi el 90 % de las grandes especies marítimas de peces se han reducido y el 50 % de los arrecifes de coral presentan deterioro irreversible.
El 45 % del territorio colombiano es marino lo que le permite tener más de 3.100 kilómetros de costas continentales y 52 kilómetros de ribera insular. Esta posición geográfica sobre los océanos Atlántico y Pacífico le otorgan al país múltiples oportunidades económicas, portuarias e investigativas, al igual que de expansión y conexión de mercados marítimos.
Conglomerados económicos internacionales y nacionales adelantan en aguas marítimas colombianas proyectos de geoquímica, fabricación de medicamentos a partir de fitoplancton marino y generación energía eólica y mareomotriz, así como la fabricación de astilleros y equipos para la industrial mercantil, entre otros desarrollos.
Pero también, universidades como la Nacional, Jorge Tadeo Lozano, de Los Andes, de Antioquia, del Norte, del Magdalena y del Valle trabajan conjuntamente con los ministerios de Ciencia, Tecnología e Innovación; Ambiente y Desarrollo Sostenible; Educación; Defensa y Comercio Exterior en la consolidación de proyectos investigativos asociados a las ciencias del mar. Iniciativa a la que se han sumado, así mismo, la Armada Nacional y la Dirección General Marítima de Colombia.
“Como humanidad tan solo hemos explorado el 10 % de las riquezas de los océanos. Ante nosotros tenemos un mar lleno de posibilidades para navegar. Por eso me parece una desfachatez que las potencias del mundo se enfoquen en la carrera espacial en lugar de invertir más recursos en la investigación de la vida marina. Hay miles de tesoros naturales sumergidos aún por descubrir y que podrían beneficiar a todo el planeta”, señaló Mario Londoño Mesa, biólogo, doctor en Ciencias en Ecología y profesor de la Universidad de Antioquia.
Precisamente, y con motivo de esta fecha, desde el pasado jueves se cumple de manera simultánea en la U. de A., la Universidad CES y el TdeA la “Celebración por los Océanos”. La jornada académica, etiquetada como #Elocéanonosune, irá hasta el próximo 21 de junio y contempla charlas, conferencias, foros, muestra cinematográfica, actividades lúdicas para niños y reflexiones acerca de la relación de los seres humanos con los ecosistemas y biodiversidad de los mares.
Para los ambientalistas, iniciativas como reducir el consumo de agua y energía eléctrica, sustituir el uso de combustibles fósiles, implementar sistemas de movilidad sostenibles, efectuar adecuados métodos de disposición final de residuos sólidos y separación de desechos, promover la reutilización y recirculación de materiales, minimizar la huella de carbono, aminorar los impactos por deforestación y proteger las fuentes hídricas, entre muchas otras, también repercuten favorablemente en el bienestar de los ecosistemas marinos.