En Antioquia, alrededor de un millón de personas tienen un consumo insuficiente de alimentos. Esto deriva en padecer algún grado de desnutrición, algo que está en el ADN de la Fundación Saciar por erradicar en el territorio. Esta entidad nació en el barrio El Poblado, el 13 de mayo de 1999, “por iniciativa de un grupo de familias antioqueñas que querían hacerle frente al problema del hambre, la desnutrición y la pérdida de alimentos”, según contó Pedro Nel Giraldo, uno de sus fundadores.
Durante sus 25 años, esta entidad y banco de alimentos ha entregado 85.000 toneladas de comestibles a 7 millones de personas en situación de vulnerabilidad. Aunque las cifras anteriores no indican que se esté acabando con el problema, por lo menos sí se está haciendo algo por acabar este mal, el cual ataca especialmente a la primera infancia, y le siguen los adultos mayores, los jóvenes y las personas en edad media.
Todo inició así
En el corazón de El Poblado, en un salón cercano a la calle 10, al frente de lo que antes fue la entrada de buses del antiguo Colegio Palermo -hoy convertido en Palermo Cultural-, nació Saciar como el primer banco privado de alimentos del país. “Fue en el Centro Social Parroquial de El Poblado; ahí nos unimos, al amparo del Templo de San José de El Poblado”, detalló Pedro Nel.
“Nosotros arrancamos como una institución de manera independiente. Ayudándoles, eso sí, a las obras de la parroquia. Somos una organización nacional de laicos para el servicio de la Iglesia. En los inicios, la parroquia nos facilitó un aula, y allí surgió nuestro propio banco de alimentos. El vínculo con el Templo de San José es que es beneficiario, siguió narrando el fundador.
Y, al nacer en el corazón de El Poblado, cabe reconocer que las primeras personas que creyeron en este proyecto, y se sumaron a la obra social, fueron los habitantes del barrio, familias que han vivido tradicionalmente en este territorio.
Cuenta la historia de la Fundación Social Saciar que estas familias lograron involucrar a un sacerdote, también de la parroquia San José de El Poblado, monseñor Augusto Molina Jaramillo, quien motivó a más personas del barrio para que se unieran en el inicio de este proyecto social, hace 25 años.
En este cuarto de siglo, Fundación Saciar ha enfocado sus esfuerzos y recursos en transformar comunidades mediante procesos de nutrición, formación, capacitación y recreación, trabajando en disminuir las pérdidas y desperdicios de alimentos.
25 años después, Saciar no se ha ido de El Poblado. Aunque hoy tiene su sede central en el barrio Guayabal -carrera 50 No. 25-261-, gracias a la donación de un terreno que les hizo la Fundación Argos, en donde hoy moviliza sus operaciones el banco de alimentos, aún conservan una oficina en el corazón de El Poblado, en el edificio Arteria, en la calle 10, la cual sirve como centro de voluntariado y recepción de donaciones.
“Nosotros nunca nos hemos ido de El Poblado. A la hora de la verdad, es nuestra casa origen; gracias a la gente hemos tenido allí, naturalmente, una oficina para el servicio, tanto para los benefactores como para voluntarios”, acabó así su narración uno de los fundadores de la Fundación Saciar, Pedro Nel Giraldo.
“Hemos hecho de nuestra labor una aventura de amor”, finalizó Silvia Llano, subdirectora de la Fundación Saciar.
ATACAR EL HAMBRE, UNA TAREA COMÚN
Al momento, Fundación Saciar es uno de los 25 bancos de alimentos que día a día trabajan por erradicar el hambre y la malnutrición en Colombia. En la tarea de luchar contra el hambre, Saciar ha debido convivir con la lamentable realidad de que es un problema del que también surgen otras necesidades sociales. Por ejemplo, en lo que va del año se han reportado 8 muertes de niños por causas asociadas a la desnutrición y se han diagnosticado con desnutrición aguda a 891 niños menores de cinco años en Antioquia, ocupando el segundo puesto entre los territorios con más casos de desnutrición aguda. Claramente, unas lamentables cifras reportadas en nuestro departamento.