Permacultura: una posibilidad para Oriente

Este conjunto de ideas involucra la arquitectura y está dirigida hacia el respeto por la naturaleza. El Hotel Cannua, en Marinilla, es uno de los ejemplos que ya empiezan a verse en esta región de Antioquia

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Flores comestibles que hacen parte de las recetas, jardines con plantas locales que crecen con libertad y árboles que han vivido en el sitio desde hace décadas y cuya existencia ha sido respetada en el momento de construir. Estas y otras imágenes hacen parte de un hotel que ha sido construido bajo los principios de la llamada permacultura: Cannua. 

Brian Schor, uno de sus fundadores, cuenta, mientras camina, que este lugar ha sido creado bajo la inspiración de estos principios por una razón que considera fundamental: “Nos interesa promover la armonía con la naturaleza y con la comunidad. Aquí hemos estudiado las plantas locales y los materiales para que esta construcción sea amable con este ambiente. También nos interesa trabajar con los vecinos y compartir este saber que hemos ido adquiriendo”.

Brian Schon y Santiago Giraldo Díaz son los fundadores de este Hotel Cannua, que tiene en cuenta los principios de la permacultura

Esto último lo hace también con sus huéspedes, personas a las que les explica los principios que guiaron la construcción del lugar y que se pueden aplicar a otras construcciones y situaciones. “Cuando llegamos aquí, lo hicimos con el deseo de respetar lo que existía y de honrar la naturaleza. También queríamos saber qué existió antes, conocer cómo funcionaba y ser parte de un sitio que, en lugar de quitar, aporte”.

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Además de estudiar las plantas locales, la gente de Cannua también ha trabajado para entender qué rutinas y prácticas se realizaban antes en este lugar. De esta forma han conocido, por ejemplo, caminos que recorrieron los indígenas y que unían diferentes puntos. 

Otro ejemplo es la creación de jardines que esperan aumentar, mantener y compartir con la comunidad local. Oriente: un territorio sostenible Para Carlos Cadavid, ingeniero químico, especialista en Ingeniería Ambiental y Gerencia del Medio Ambiente, “la permacultura es muy importante para el Oriente antioqueño, porque aporta elementos muy importantes en la visión de un territorio sostenible. En primera mera instancia, el valor de una cultura regenerativa, no solo hacia lo biofísico, sino también hacia las personas y la sociedad. En segunda instancia, aporta un modo de producción de alimentos con principios agroecológicos, que involucra preservar los ciclos biogeoquímicos a través del reintegro de nutrientes que quedan de los cultivos. A esto se suman la posibilidad de la energía renovable como fuente de provisión, la cercanía entre la producción y el consumo, la reducción de huellas ambientales y el potencial nutricional que se promueve con enfoque en salud”.

Aunque la palabra permacultura aún es nueva para muchas personas, las ideas asociadas a ellas se esparcen semana a semana a través de la gente que visita Cannua y otros lugares en el Oriente antioqueño, que ya se preguntan por combinar el desarrollo y las posibilidades de la tierra con el respeto y el conocimiento de ella.

PRINCIPIOS

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Cuenta la historia que Bill Mollison y David Holmgren establecieron las bases académicas de la Permacultura, a finales de la década de 1970, en Australia. Como parte de ella son primordiales el cuidado de la tierra, el cuidado de las personas y los límites que se establecen sobre la población y el consumo; se busca que cada persona pueda regular sus necesidades de forma armónica con el ambiente. Para poder cumplir y aplicar lo anterior, se realizan estudios y se tienen en cuenta los contextos y las necesidades particulares de cada comunidad.

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