Un paso más hacia la consolidación de la nueva Facultad de Ciencias de la Vida, de la Universidad Nacional (sede Medellín), se vive con las actividades académicas que hoy cursan sus primeros 80 alumnos, en sus dos programas de pregrado ya habilitados: Enfermería (50 cupos) y Farmacia (30).
El 80 % de todos ellos, siguiendo criterios de equidad en el acceso a la educación superior de calidad, son jóvenes provenientes de zonas distintas a Medellín y el Valle de Aburrá. Fueron los mejores dentro de 1.124 aspirantes que presentaron su examen de admisión el pasado 18 de febrero.
“Si bien solo hubo una asistencia del 49 % de los 2.291 inscritos al examen, consideramos que el proceso fue exitoso. Sabíamos que uno de los factores que podría afectar la asistencia tendría que ver con que no se cobró el PIN o derecho de inscripción, como suele hacerse de forma convencional. Al final muchos pudieron haber desistido”, comentó Juan Camilo Restrepo Gutiérrez, vicerrector de la UNAL Sede Medellín.
Dicho examen se adelantó en el marco del Programa de Admisión Especial Territorial (PAET), dirigido a personas de zonas periféricas del país, por lo que no hubo un puntaje mínimo o de corte, sino que los cupos se otorgaron, el martes 27 de febrero, a los mayores puntajes y en orden descendente.
28.000 m2 de nueva área construida tendrá la nueva Facultad de Ciencias de la Vida, de la Universidad Nacional, en Rionegro.
La prueba se llevó a cabo, de forma simultánea y aparte de Medellín, en otros tres municipios: en Apartadó, en instalaciones de la Universidad de Antioquia; en Montería, en la Universidad de Córdoba; y en Quibdó, en la Universidad Tecnológica del Chocó Diego Luis Córdoba.
Obviamente, hay un buen contingente de estudiantes oriundos del Oriente antioqueño, que compartieron sus historias dentro de este proceso de vital importancia para la región. Por ejemplo, el hermano de Alejandro Serna Villa, de 17 años, proveniente de El Retiro y admitido a Farmacia, es alumno de la UNAL Medellín y fue quien le comentó de la convocatoria. Para Alejandro, nuevo estudiante universitario, su propósito es “hacer el bien con muchas personas desde el campo de la salud” y tiene como expectativa “aprender mucho”.
El histórico inicio de clases con estos primeros 80 alumnos arrancó el 8 de marzo, correspondiente al primer semestre académico de 2024. Las clases iniciales se han cumplido en las aulas del campus El Volador (sede Medellín de la Universidad Nacional), mientras despegan las obras de infraestructura de la Facultad de Ciencias de la Vida (ver recuadro).
Futuro campus
La nueva Facultad de Ciencias de la Vida se construirá en la Estación Agraria San Pablo, en el sector del Tablacito (Rionegro). Este espacio estratégico, cercano a la zona franca de Rionegro, al aeropuerto José María Córdova y tres hospitales (San Vicente Fundación, San Juan de Dios y Clínica Somer), es propiedad de la Universidad Nacional desde hace más de medio siglo, y hoy solo una parte (alrededor de seis hectáreas) es utilizada para actividades de formación en ciencias pecuarias. Para la nueva facultad se utilizarán siete de sus 27 hectáreas. Hay 10 mil millones de pesos para arrancar las obras, facilitados entre la Gobernación de Antioquia y la Universidad, pero todavía no se ha dado la primera palada.