En medio del maremágnum informativo, entre superficial y apocalíptico, nos surge a veces una pregunta: en un país, un planeta y una época en crisis, ¿cuál es nuestro papel? Y, también a veces, encontramos la respuesta en una conversación, en una entrevista radial, en un video que se hizo viral en redes sociales, o en una noticia corta. Tres personas de distintos rincones del país y de muy diferentes oficios, Velia Vidal, Henry Belalcázar y Estiven Pino, nos dieron esta semana otra perspectiva.
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Velia Vidal es una escritora de Bahía Solano que, siguiendo el llamado de su corazón, realiza en su departamento la Feria del Libro del Chocó -Flecho-, y lleva libros, encuentros y lecturas a los teatros y a las escuelas. La semana anterior llevó a Quibdó a Ia escritora española Irene Vallejo, para que conociera a Motete, el programa de promoción de lectura que ella creó.
Irene montó en chalupa por el río Atrato y se maravilló del trabajo de Velia y sus motetudos:
“Yo siento que vengo a aprender de sus experiencias y del compromiso de esas personas que son como mediadores, que mantienen viva esa fe en que la cultura, la música, la lectura, la escritura puede sacar a unos jóvenes de la violencia. Y ese me parece un mensaje muy potente”.
El trabajo arduo y no siempre bien recompensado de Velia Vidal se parece al de Henry Belalcázar, el vigilante de la Universidad Nacional que resistió el encierro en el bloque administrativo, durante cuatro días, para proteger el patrimonio de la institución, en medio de los desmanes en los que han derivado las protestas por la elección del nuevo rector.
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Henry, empleado de la Universidad desde hace 34 años, se convirtió en un héroe para la comunidad educativa, al proteger de las amenazas de los encapuchados la oficina de control. En una entrevista concedida a Caracol Radio, el periodista Gustavo Gómez le preguntó: “¿Por qué está haciendo esto?” La respuesta de Henry puso a pensar a más de uno:
“Estoy haciendo mi trabajo, lo que me corresponde. A lo largo de este tiempo, uno aprende a entregarse al 100%, porque la institución no son las paredes; somos absolutamente todos los que conformamos la comunidad universitaria”.
Haciendo su trabajo, poniendo su granito de arena… Así lo hizo también Estiven Pino, un obrero de la obra del Túnel del Toyo, y que, por iniciativa propia, decidió grabar un video de apoyo a la “vaca” que propuso el gobernador de Antioquia, Andrés Julián Rendón, para sacar adelante el proyecto. En el video, que rápidamente se volvió viral en las redes sociales, Estiven se retira el casco y manda su mensaje:
“Yo soy obrero acá, y soy campesino. Entonces yo digo: no nos dejemos joder. Vamos a sacar esto adelante, porque por acá no solo pasan ricos, va a pasar gente humilde. Acá, no más saliendo, está el resguardo indígena, afuera de Dabeiba. Entonces esto no es solo pa’ricos. Esa carreta, no. Hasta pagando los servicios públicos podemos donar. Vamos a unirnos, y a sacar esto adelante”.
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En Colombia, afortunadamente, hay muchas personas como Velia, Henry y Estiven. Compatriotas que le ponen el pecho al país, desde su conocimiento y su experiencia, desde su corazón, y que nos recuerdan que la clave es que cada uno de nosotros haga lo que le corresponde, y que lo haga bien. Gracias a ellos, la esperanza sigue viva y el apocalipsis está lejos.