Cuando estamos en la encrucijada entre el pasado y el futuro, y abogamos al concepto popular de: “Borrón y cuenta nueva”, este concepto cobra un nuevo significado y se reinventa, y más hoy en día en la era de la tecnología.
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Para unos, será la capacidad de dejar en el pasado los errores y comenzar de nuevo; para muchos otros, será la oportunidad en un mundo cada vez más digitalizado, de darle un mayor significado a este concepto potenciado por las tecnologías que nos rodean, y entonces el gran reto será el de crear, rediseñar, aprender y desaprender de estas tecnologías “borrando” y potenciando todo aquello que no permita imaginar y vivir un mundo apalancado por las mismas.
Cuando hablamos, por ejemplo, de tecnologías emergentes nos referimos a esas innovaciones tecnológicas que están en proceso de desarrollo y posterior adopción, generando un impacto significativo en diferentes aspectos tanto de la economía, la sociedad, como de nuestra vida cotidiana. Ahora, con la llegada de tecnologías como el aprendizaje automático o la inteligencia artificial, comenzamos a transformar la forma en la que abordamos nuestros errores y desafíos; por tanto, el proceso de “borrón y cuenta nueva”, implica eliminar los errores del pasado, como también aprender de ellos utilizando esa información para avanzar de manera más efectiva.
Sin embargo, en la medida en que vamos abrazando las ventajas de la tecnología en el proceso de “borrón y cuenta nueva”, también debemos ser conscientes de los desafíos que la misma nos muestra, ya que la brecha digital, la privacidad de los datos y la dependencia excesiva de la tecnología se convierten en preocupaciones que se deben abordar de manera proactiva.
En mi concepto, son muchas las oportunidades que trae consigo este tipo de tecnologías; por ejemplo, para el caso de los emprendedores, estos pueden aprovechar de diversas formar las tecnologías emergentes, y así, impulsar el crecimiento de sus empresas creando soluciones innovadoras y logrando con esto entre otras cosas:
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- Resiliencia empresarial: La incorporación de las mismas, ayuda a los emprendedores a tener empresas más resistentes a los cambios y a las incertidumbres del entorno, y les permite diversificar sus fuentes de ingresos, adaptándose rápidamente a nuevas condiciones, manteniéndose ágiles en un mundo en constante evolución.
- Escalabilidad: Muchas están diseñadas para ser altamente escalables, lo que permitirá que los emprendedores adapten fácilmente sus soluciones satisfaciendo las demandas cambiantes del mercado y escalar a medida que crece su negocio.
- Eficiencia operativa: Las tecnologías emergentes optimizan procesos internos, automatizan tareas repetitivas y mejoran la eficiencia operativa de sus empresas, permitiéndoles ahorrar tiempo y recursos que podrán reinvertirlos en el crecimiento y la expansión de la empresa.
En resumen, el concepto de “borrón y cuenta nueva” ha evolucionado con la aparición de la tecnología. Ahora, más que nunca, tenemos la capacidad de aprender de nuestros errores, adaptarnos a los cambios y avanzar hacia un futuro cada vez más prometedor. La tecnología es capaz de brindarnos herramientas necesarias para escribir nuevos capítulos en nuestras vidas, uno en el que el “borrón y cuenta nueva” se convierte en sinónimo de crecimiento, de aprender y desaprender y de tener un progreso continuo pero dinámico, que nos permita la adaptabilidad como una habilidad a prueba de futuro.
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