Las quebradas La Iguaná, Malpaso, La Seca, Doña María, Santa Elena y La Rosa fueron intervenidas por parte de EPM y Emvarias, en un contrato destinado a la gestión de residuos en las cuencas que forman parte del sistema de acueducto y alcantarillado del Valle de Aburrá.
Dentro de las actividades se incluyeron labores de limpieza, recolección, almacenamiento, gestión y disposición de residuos; la creación de puntos de acopio, el establecimiento de rutas de recolección; así como acciones de reforestación, paisajismo y embellecimiento.
Más de 4,000 personas no solo participaron activamente, sino que se vieron beneficiadas por las labores operativas de limpieza y recolección llevadas a cabo en puntos críticos de las mencionadas quebradas, abarcando los barrios La Iguaná, Blanquizal, Aures I y Aures II, La Avanzada, La Esperanza, Aranjuez, y los corregimientos de San Antonio de Prado y Santa Elena.
Dentro de estas actividades, se gestionó y dispuso adecuadamente 1,962 metros cúbicos de residuos sólidos, como escombros, colchones, muebles, plásticos, entre otros. Los puntos críticos intervenidos también fueron objeto de actividades de paisajismo y embellecimiento, que incluyeron la siembra de árboles y jardines.