Cerca de 400 emberá katío eyábida (habitantes de montaña) viven en el resguardo de Jaidukamá, un territorio de más de 100 años de historia y de 2.657 hectáreas, ubicado a 10 horas del casco urbano de Ituango, en el norte de Antioquia, a donde se llega a lomo de mula y que ha sido afectado por el conflicto armado desde la década de 1990, por estar situado en el Nudo Paramillo y tener una conexión con los departamentos Chocó y Córdoba.
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En este territorio de espesas selvas, Comfenalco Antioquia y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) pusieron su mirada para apostarle a la mejora de la calidad de vida de esta población indígena, que por décadas ha defendido sus costumbres, identidad y tradiciones ancestrales en sus resguardos Jaidukamá (San Matías) y Jaibadíama (San Román) de guerrillas y grupos paramilitares.
A través de un convenio de cooperación internacional entre Comfenalco y ACNUR, esta comunidad se beneficia de la estrategia Territorios de Inclusión, que desde hace seis meses impacta a 200 indígenas, entre niños, jóvenes y adultos, para fortalecer el desarrollo económico y social de este territorio, preservando sus saberes y costumbres; así como los procesos comunitarios y medioambientales.
La estrategia incluye dos huertas comunitarias en los sectores de San Matías y San Román, que funcionan como escuelas de aprendizaje para la siembra de diferentes plantas hortalizas, frutales y aromáticas que combinan con sus conocimientos propios sobre medicina ancestral y rituales sagrados.
Esta comunidad ha sido afectada por enfrentamientos, asesinatos, reclutamiento de menores, desplazamientos forzados, accidentes con minas antipersona, confinamientos, pérdida de bienes y amenazas. Su territorio ha sido usado para cultivos de coca y como corredor para traficar estupefacientes y armas.
De acuerdo con la Unidad para las Víctimas, en Colombia hay 375 resguardos con presencia de grupos armados, de los cuales 65 están en Antioquia, entre ellos, Jaidukamá.
Territorios de inclusión tiene un enfoque diferencial étnico y brinda a los emberá katío eyábida una mejor calidad de vida y a preservar sus saberes ancestrales, que se han visto amenazados por la presencia de grupos armados que violaron su soberanía en lugares sagrados como nacimientos de ríos y montañas, donde esta comunidad práctica sus dones de curanderos y de guías espirituales.
Impacto de la violencia en indígenas
El Registro Único de Víctimas incluye a un total de 569.799 indígenas en Colombia, de estos, más de 453.000 participan en procesos de atención y reparación de la Unidad para las Víctimas. Además, 403 comunidades son reconocidas para su reparación colectiva. De acuerdo con la Unidad para las Víctimas, en Colombia hay 375 resguardos con presencia de grupos armados, de los cuales 65 están en Antioquia, entre ellos, Jaidukamá.