Presidenta de la Junta Administradora Local. “Vivir en este corregimiento es un privilegio, es vivir rodeada de tranquilidad, de belleza; para mí es un privilegio. Yo soy de acá, de toda la vida.
Las personas son amables solidarias, trabajadoras, emprendedoras. Ante tanta dificultad y obstáculos a pesar de estar cerca de la ciudad, como la inseguridad alimentaria y las carencias en educación y en salud; aun así, la gente es alegre, trabajadora. La mayoría son campesinos, agricultores muy emprendedores.
Pero tenemos otros problemas como el peaje en el túnel que es inequitativo, porque somos la única comuna de Medellín que paga el peaje más caro de Colombia para pasar de la zona rural a la urbana.
En cuanto a actividad turística, hubo un proyecto que se llamó Parque Ecológico Campesino San Sebastián de Palmitas, entre 2007 y 2008. Se quiere dinamizar esta actividad, pero igual hay mucha prevención porque no queremos que nos pase lo de Santa Elena, que lleguen otras entidades a disfrutar y a lucrarse de lo nuestro. Aquí tenemos recursos paisajísticos, hídricos, el camino prehispánico, el teleférico; nos parece que sería una buena herramienta para dinamizar la economía local.
Se han realizado intercambios con municipios del suroeste, como Támesis, para organizar un turismo ecológico sostenible. También tenemos una organización que se llama Corpalmitur, que promueve iniciativas como la de “Arriero por un día”, en el que se hacen caminadas de arriería. También se busca organizar exposiciones sobre la cultura del café y similares. Están consolidando estas iniciativas”.
Yolima Bedoya
Coordinadora del equipo de gestión del presupuesto participativo. “Aquí llevo diez años, ocho de liderazgo. Pero como habitante de la zona llevo toda la vida. Sus habitantes son de muy buena convivencia, humildes, llenos de cualidades, con valores. Es espectacular, es delicioso vivir en Palmitas.
Entre los problemas que tenemos está la movilidad, la falta de oportunidades laborales y las dificultades para que las personas estudien por el costo del peaje.
Hay poco apoyo para la ruralidad en cuanto a los cultivos, las protecciones que deben tener, no hay pólizas o garantías para los productores, para la comercialización, para que las cosechas no se pierdan. En comercialización se maneja algo con los mercados campesinos, pero hay pocos cupos para acceder al programa. Es demasiado baja la inversión en los productores, y eso desestimula. Mientras por un producto pagan aquí mil pesos, en Medellín vale el doble. Es muy triste ver llegar una granizada, una ola invernal y que se pierda todo, porque no hay garantías.
El túnel nos trajo beneficios porque es la cercanía, y la posibilidad de que personas del territorio se desplacen a trabajar, aunque debía haber oportunidades acá para evitar ese desplazamiento. El peaje es costoso y que esté en el territorio de Medellín no es coherente. Tener el túnel ahí es un riesgo para la invasión de constructores, ya San Cristóbal está en riesgo latente de que entren al territorio. Creo que no estamos totalmente libres porque la ley dice una cosa y la realidad otra. El riegos siempre está ahí, constante”.
Gabriel Ramiro Arango
Presidente del Consejo Corregimental de Cultura. “La gente sigue siendo campesina, sigue queriendo su terruño, soñando y ambicionando, pero todas esas cosas la gente la dimensiona diferente. Ya a la persona no le basta con tener ideas: ahora lucha por conseguir lo que se ha propuesto, metas a corto, mediano y largo plazo; pero sigue siendo un campesino ciento por ciento.
Desde 2008 funciona el Consejo de Cultura, que busca fortalecer componentes como la identidad, la visibilización del corregimiento en todos sus aspectos, y su proyección.
Buscamos rescatar, por ejemplo, los antiguos bailes que en alguna época le dieron reconocimiento al corregimiento; los que se hacían en La Aldea, que es la cuna de San Sebastián. También queremos rescatar costumbres y artesanías, al igual que la riqueza musical: aquí tenemos los merenderos, las nuevas agrupaciones de Hip hop, grupos de raperos, y todos tienen la puerta muy abierta: el pasado para su reconocimiento y el presente para su difusión.
Pero entre las dificultades que afectan el desarrollo cultural está la distancia que hay entre las veredas; entonces si vamos a concretar un encuentro hay obstáculos para llegar al sitio de citación por el transporte, para lograr que haya representación de cada vereda. También hay falta de persistencia de los grupos, no se sostienen en el tiempo, se van quedando si no son autosuficientes, son amigos del paternalismo, que los apoyen pero no son muy constantes, se van quedando. Pero el Consejo se mantiene en la idea de seguir progresando, porque es una cosas de ganas y de gusto, tenemos mucho potencial”.
Gloria Ortiz
Presidenta de la Junta de Acción comunal. “Vivir en Palmitas es algo muy especial, porque tenemos un corregimiento que se caracteriza por estar habitado por personas muy calmadas, muy tranquilas, muy solidarias y trabajadoras.
Lo que yo más destaco es el sosiego, el ambiente, el clima, el aire puro, todo eso. Pero tenemos problemas de salud y de movilidad. Estamos necesitando un centro de salud bien dotado, que esté abierto las 24 horas del día, y en donde se puedan hacer cosas básicas como suturar, ponerle oxígeno a una persona asfixiada, porque en la actualidad solo tenemos la consulta médica. Para los demás casos nos remiten a San Cristóbal.
Además solamente tenemos movilidad con una ruta de transporte de San Cristóbal y la flota de Urabá, pero están muy espaciados los viajes entre sí y para el caso de una urgencia, si no pasa la buseta tenemos que pagar un transporte hasta Medellín que vale 60 mil pesos, porque aunque tenemos en el túnel un pago con tarifa preferencial, solamente se paga la mitad del peaje, pero debería ser cero pesos.
Del túnel destaco como ventaja el poder ir a Medellín en menos tiempo. La desventaja es que hay mucho problema ambiental y derrumbes en la vía, también afectación en los terrenos. No ha faltado el agua, nos ha ido como bien. Mi preocupación es que está viniendo gente de Medellín a vivir acá, que no sabemos quiénes son y nos preocupa; no hay urbanizaciones en construcción, pero nos debemos conservar como el corregimiento más rural de Medellín.
Sacerdote Gildardo Rodríguez Betancur
Párroco de San Sebastián – Palmitas. “Para mi vivir aquí es algo espectacular. Cumplí 50 años de ser sacerdote, de estar ordenado, y ya me voy a retirar de la responsabilidad de administrar una parroquia, pero decidí quedarme viviendo en Palmitas, porque llevo nueve años aquí y voy a seguirla.
La gran ventaja que tenemos es el clima y la calidad de sus gentes, porque son muy acogedoras y amables. La gente de este corregimiento es muy especial.
Yo insisto en destacar principalmente la bondad de sus pobladores, que son muy hospitalarios y muy amables. Y reitero que de todas maneras aquí se tiene un clima que por lo menos a mí me favorece mucho, porque no es helado ni es caliente.
En cuanto a los problemas se viven los mismos que en todas partes. Siempre van apareciendo por ahí viciositos y en otra época de pronto se veía un poco de subversión, pero eso se fue superando todo. En un principio la carretera que pasa por la parte de abajo, la central, como que estaba haciendo a un lado a Palmitas, pero ya hay muy buen servicio de transporte y las cosas llegan de nuevo a su ritmo.
En cuanto a la prestación de los servicios públicos considero que son excelentes. Y en relación con la puesta en servicio del túnel se vio que trajo algunas desventajas, pero fueron más las ventajas. Eso de todas maneras la tierra se movió un poquito, se abrieron muchas grietas, pero son problemas que se fueron superando y es una fuente de progreso y de desarrollo para la comunidad”.
Marta Omaira Marín
Secretaria de la I.E. Héctor Rogelio Montoya y secretaria ejecutiva de la Corporación La Nota. “Yo diría que vivir en Palmitas es como un sueño inimaginable, esto es un paraíso; además de aire puro se respira tranquilidad, paz, respeto, unidad. Esto es una belleza. La gente se enamora de Palmitas y dice ojala no nos vamos de aquí, que envejezcamos y nos jubilemos aquí.
La Corporación La Nota es la encargada de las comunicaciones en el territorio. Tenemos el periódico La Nota de San Sebastián de Palmitas y tenemos una franja radial: La Nota radio.
Hacemos cursos formativos en fotografía, texto periodístico, y ahora en producción radial, y el pensado es hacer audiovisuales y promocionales, para destacar la identidad en el territorio y hacer la memoria histórica del corregimiento. Lo del periódico es fundamental, porque en él se plasman la información de las veredas y de instancias comunitarias y gubernamentales, los programas de promoción de salud, etc. También hacemos radio resaltando un tema específico con los personajes que lo conocen. Todas estas actividades buscan crear un potencial, y que los estudiantes se enamoren de las comunicaciones y hagan parte del proceso de desarrollo de la Corporación, porque eso es inversión en la comunidad.
Los habitantes reconocen nuestra corporación La Nota como una entidad que se destaca por su organización y por los procesos que lleva. Están pendientes de los cursos para participar y se apropian de esto que es su canal”.