A veces creemos que las montañas, los ríos y los árboles son para siempre. Y que solos son capaces de mantenerse en el tiempo. A veces olvidamos que la inteligencia humana es capaz de darles vida, en el paisaje. Después de 4 años de trabajo, el Departamento Administrativo para la Gestión del Riesgo de Desastres de Antioquia, Dagran, entregó una obra para proteger al volcán de lodo que estaba en riesgo de desaparecer por la erosión.
Gracias a la construcción de 3 tómbolos y 1 espolón, ahora es posible recuperar 53 mil metros cuadrados de playa, evitar la erosión y permitir que vuelva a ser visitado, situación que se detuvo, ante el deterioro y el riesgo, en esta zona, en el pasado.
El baile de las placas tectónicas
De acuerdo con expertos de la Universidad de Antioquia, Colombia está en una posición «especial», al borde de tres placas tectónicas – Sudamérica, Nazca y Caribe – y por eso se presentan tantos sismos en el país. La placa del Caribe ejerce presión contra la placa de Sudamérica y esta a su vez permite que la serranía del Sinú-San Jacinto se levante. El levantamiento de la tierra sumado a la presión de los sedimentos subterráneos pueden manifestarse en forma de volcanes.
Alberto Vivas Narváez, profesional de la Corporación para el Desarrollo Sostenible del Urabá – Corpourabá, a propósito del documento de caracterización y amenaza de los volcanes de lodo de estos cinco municipios, publicado en 2019: “en esa área hace muchos millones de años se depositó sobre una capa base a grandes profundidades material orgánico y arcilla que, en la actualidad, por diferencias de presión, asciende a la superficie de la tierra por las discontinuidades morfológicas y estructuras geológicas presentes en estos municipios”.