Guacharacas en las transversales, guacamayas en Patio Bonito y hasta un tití que se acerca a una urbanización en El Chocho, nos reportan con mucha alegría y fascinación algunos lectores. De las primeras dicen que no les importa su canto desafinado. Sobre las guacamayas, resaltan su colorido y presencia estridente, sobre todo en los pisos altos de algunos edificios de apartamentos. “Tu día es más lindo cuando llegan las ruidosas vecinas del piso 21”, nos confiesan. Y sobre el tití, qué se puede decir: “Somos espectadores privilegiados”.
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