En el pasado quedaron las clases en las que el profesor se paraba a recitar un discurso y los estudiantes escuchaban sin lugar a réplica. La academia moderna utiliza el Flipped Learning (aprendizaje invertido) en el que los estudiantes adquieren conocimientos y conceptos fundamentales antes de la clase, generalmente a través de videos, lecturas u otros recursos.
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Esto permite que el tiempo en clase se utilice para actividades más interactivas, como discusiones, resolución de problemas y proyectos colaborativos. Al invertir la tradicional estructura de enseñanza se fomenta la participación de los estudiantes, lo que puede mejorar su comprensión y retención de la información.
Hace varios años la Universidad EAFIT declaró que la Ciencia, la Tecnología y la Innovación -CTi- son temas prioritarios y estratégicos, por lo que volcó todos sus procesos docentes a la generación y transferencia de conocimientos, fortalecimiento de la biblioteca con la compra de bases de datos y la construcción de infraestructura que permita al aprendizaje invertido.
75%
De los residuos generados en la construcción del bloque 20 fueron reciclados. El nuevo edificio permite un ahorro del 18% en energía y del 67% en agua potable.
El nuevo bloque 20 de la Escuela de Ciencias Aplicadas e Ingeniería es prueba de que la planeación de infraestructura física de la Universidad está orientada a un campus abierto, amigable con el medio ambiente y que pone al estudiante en el centro, como lo explica el director de Investigación de EAFIT, Ricardo Mejía Gutiérrez. “La apuesta de EAFIT es conectar la docencia con la investigación a través de la vinculación de los estudiantes a proyectos y de la muestra de sus resultados en el aula”, dice el profesor Mejía.
Diseño sostenible
El recién construido edificio se integra con el bloque 19, que alberga las instalaciones de Ingeniería, a través del histórico “corredor de Junín”, un espacio emblemático y reconocido por la comunidad académica. Estos dos edificios se convierten en un conjunto armonioso que no solo complementa, sino que también fomenta la interacción y colaboración esencial para el desarrollo de proyectos de investigación.
El bloque 20 es una torre de un poco más de 13.000 metros cuadrados y ocho pisos, que fue diseñada “a partir de un análisis bioclimático que tiene en cuenta las características del ambiente y los recursos disponibles para disminuir el impacto ambiental”, explica un informe digital de EAFIT.
La mayor parte del edificio está destinada a laboratorios, oficinas de profesores; en la parte superior hay paneles solares, que permiten el uso eficiente de energía, y un invernadero, desde donde se avanza en un proyecto biotecnológico que ya obtuvo la patente de un biopesticida utilizado por empresas del sector agrícola.
El bloque 20 es un edificio inteligente: la estructura está compuesta por un sistema de tres anillos que mantienen el interior ventilado, por lo que el uso de aire acondicionado no es necesario en todos los pisos. Además, cuenta con un novedoso sistema de aisladores sísmicos.
Este impresionante logro arquitectónico no solo representa un avance en la infraestructura de EAFIT, sino también un compromiso con la sostenibilidad y la creación de espacios que fomentan el intercambio de conocimiento y la colaboración en un ambiente abierto y acogedor.
Landing Empresarial:
El bloque 20 brinda oportunidades para el landing empresarial, una forma en que las empresas locales pueden establecer su presencia en la academia, con el propósito de impulsar el progreso de proyectos innovadores inmersos en el ecosistema universitario.
Esta iniciativa no es reciente, ya que desde 2015 la empresa cementera Argos instaló su centro de innovación en las instalaciones de la Universidad, destacándose como un ejemplo de la exitosa colaboración entre la academia y el sector empresarial.