Aquella mañana del jueves 29 de agosto de 1985, cambió la historia de Rionegro después de una década de trabajos. Ese día, y con el presidente Belisario Betancur al frente del acto oficial, el aeropuerto José María Córdova comenzó a ver llegar y despegar aviones, entre soles intermitentes y los llamados bancos de niebla del Oriente de Antioquia. Hoy, 38 años después, este lugar se ha convertido en el principal punto de conexión de este departamento con el resto del mundo.
140 mil millones costarán las obras próximas que permitirán una mejor operación.
Quienes lo han visitado recientemente, y en épocas de vacaciones, ven la cantidad de viajeros, las filas y los esfuerzos del personal del aeropuerto para atender a la gente con rapidez para que lleguen hasta sus vuelos o para que no deban estar mucho tiempo en las filas, antes de entrar a Medellín.
Para ser más eficientes
Javier Benítez es el gerente del aeropuerto y representante de Airplan, el concesionario que se encarga de la operación del aeropuerto José María Córdova. Además de este, tiene a su cargo las terminales aéreas Olaya Herrera de Medellín, Los Garzones de Montería, Antonio Roldán Betancur de Carepa, El Caraño de Quibdó y Las Brujas de Corozal.
Comienza esta conversación con una claridad: todas las obras que pasen en el aeropuerto José María Córdova se hacen con base en un Plan Maestro que aprueba la Aeronaútica Civil. En el caso de las llamadas obras de optimización que buscan dar agilidad al tránsito de pasajeros, la Agencia Nacional de Infraestructura es la encargada de aprobar las ejecuciones.
“Trabajamos ahora para modernizar el aeropuerto y poder recibir y atender bien a todos los públicos”, Javier Benitez, gerente del aeropuerto.
Entre las tareas que tienen en la mira próximamente, está la construcción de una segunda terminal con posiciones de estacionamiento para aeronaves y que tardaría tres años en construirse.
Adicionalmente a esto, está previsto aumentar en un 20 % la cantidad de puestos de chequeo antes de abordar el vuelo y llegar a 8 líneas de inspección de seguridad en las salidas nacionales. En el caso de las salidas internacionales, se agregará una línea de inspección más, para que pasen de 4 a 5, y se ampliará el punto de conexión entre los autobuses y las puertas de entrada de las aeronaves. También se tiene prevista una sala nueva para reclamar equipajes. A partir de la aprobación final de las obras, su construcción tardaría alrededor de un año aproximadamente.
Locales, educación e inclusión
Sobre los locales comerciales, cuenta que estos se modernizan y cambian su imagen de forma constante para ofrecer un mejor servicio a la gente. Al mismo tiempo desmiente que sean más importantes para el aeropuerto que el resto de los servicios, como afirman algunas personas.
12 millones 100 mil es el número de pasajeros que pasarán por aquí, en este 2023.
Además de los cambios en estos locales comerciales, Airplan también trabaja para una transformación cultural. Ahora que a Medellín llegan turismos no deseados, como el de explotación sexual, cuenta que las autoridades se preparan para estar más alertas, interrogar a las personas sospechosas de delitos e identificar el tipo de viajeros que llegan. A esto se suma la realización de tareas que permitan incluir a todos los visitantes, como es el caso de las personas en situación de discapacidad o con situaciones particulares y temporales. El aeropuertol José María Córdova ya está listo para la transformación y espera con atención la respuesta de las autoridades nacionales.
¿Qué dicen las autoridades?
Sobre el tiempo de aprobación de estas obras, responde la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI): “La ANI, en equipo con el establecimiento público aeropuerto Olaya Herrera de Medellín, la Sociedad Concesionaria Airplan y el Consorcio Interventor se encuentran gestionando, dentro del marco del contrato de concesión, todos los conceptos relacionados con aspectos, técnicos, jurídicos, financieros, riesgos, sociales y ambientales que nos permitan adelantar las intervenciones denominadas Plan de Choque, con las cuales vamos a atender la demanda no esperada del aeropuerto Internacional José María Córdova de Rionegro, las cuales consisten en realizar algunas adecuaciones para garantizar los niveles de servicio en la terminal aérea”. En esta aprobación y en sus consecuencias también tienen relación las autoridades locales, como la Gobernación de Antioquia y la Alcaldía de Medellín.