Recorrido por lugares que apenas abren sus puertas o que llevan ya un tiempo entre nosotros, pero que vale la pena conocer o, por qué no, visitar nuevamente.
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1. María Labaja
Aunque antes de la pandemia Manila se proyectaba como uno de los polos gastronómicos de El Poblado, solo hasta ahora ha visto un florecimiento importante gracias a la llegada de hoteles y restaurantes. Hay propuestas para todos los paladares.
María Labaja es una de las más interesantes. Sabores que hacen honor al Caribe colombiano, como la de la cazuela de mariscos que ven en la foto. También una cacerola de posta cartagenera desmechada acompañada de nachos de enyucado, una delicia que recuerda la tradición de La Heroica. Prueben la picada de fritos costeños (con carimañola rellena de queso manchego) acompañada de uno de los cocteles de autor; el Punta Maroma, por ejemplo, con tequila, mezcal, ron de coco, piña asada, pimientas y chiles.
Cra 43 e # 11-32, : @marialabaja_mde
2. Kampanas
Una propuesta arriesgada es la última apuesta que se suma al grupo de restaurantes formado por La Pampa y Kabuki. Kampanas es un recorrido por diversas cocinas del mundo. En el lejano Oriente, por ejemplo, el sushi es una gran idea, también los baos y las gyosas. De la cocina libanesa, el quibbes, falafels y una especialidad, las papas litany.
El recorrido sigue por Francia y su delicioso steak pimienta. En Italia, cualquiera de los platos de pasta, entre ellos los agnolotti de pollo y ricotta hecho en casa. De Perú, ceviches y, claro, una deliciosa causa. De Estados Unidos, lo mejor son las alitas. Y que no falte Colombia, que ofrece de entrada unas deliciosas empanadas. En resumen, un lugar en el que cualquier grupo numeroso sale contento.
Cra. 33# 8a-19, : @kampanascocinasdelmundo
3. Wokhouse
Aunque las calles de Provenza cada vez más se convierten en lugares para la rumba, aún hay algunas que conservan su vocación gastronómica. La carrera 33 reúne en dos cuadras las mejores ofertas del barrio. Una de ellas es Wokhouse, un espacio de diseño limpio y acogedor que propone un recorrido por las cocinas del sudeste asiático.
Empezar con unos camarones dinamita (con mayonesa picante de sriracha) y un buen plato de edemames es una gran idea. Su carta de arroces, sofritos y sushi es inmensa, y cada plato tan provocativo que es difícil escoger. Interesante probar sus cremosos: arroces con sabores asiáticos que recuerdan los risottos italianos. Y que no falte una selección de cocteles de autor.
Cra 33 # 7-127, : @wokhousecolombia
4. Real Eatery
Por mucho tiempo, el hotel The Charlee en el parque Lleras tuvo una oferta culinaria alejada de las tradiciones colombianas. Celebro la llegada de Real Eatery, una propuesta que deja de lado los sabores internacionales; su concepto de cocina global con ingrediente local se ve en cada uno de los platos de su carta, en la que sobresalen, especialmente, las entradas: palmitos de Putumayo parrillados, pulpo a la parrilla con yuca frita y suero costeño; tostada de quesito batido con mermelada de uchuva… Y de postres, el tres leches es obligatorio.
La tendencia lo exige también: la propuesta de cocteles de autor está presente con sabores interesantes, entre ellos el viche, el pisco, el lulo, la panela y el banano.
Cl. 9A #37-16, : @real.eatery
5. Martín Mulatto
Con este lugar les propongo salir de El Poblado e, incluso, animarse a dejar la ciudad. En El Retiro, en la vía que de Don Diego va a La Ceja está este lugar catalogado como restaurante de destino. Su propuesta de cocina nikkei (fusión entre Perú y Japón) hace que valga la pena el recorrido, incluso en un día de semana (abren de lunes a lunes). Cebiches, crudos, arroces, nigiris y platos fuertes como el branzino al sal merecen el viaje. Una propuesta en la que la comida es tan buena como el servicio. Además, el diseño exquisito del local completa una experiencia ideal para celebrar o, simplemente, para disfrutar de la buena mesa.
El Retiro vía La Ceja, Sector Pontezuela, : @martinmulatto