Según investigadores de la Universidad CES en Medellín, el cambio de clima en Colombia deja al descubierto la necesidad de contextualizar los resultados de los modelos que predicen fenómenos como El Niño y La Niña en el escenario abrumante del cambio climático.
Claramente, el territorio nacional está atravesando cambios del clima en escalas de tiempo más amplios, algunos de esos cambios por los fenómenos naturales de El Niño o La Niña, otros por la alteración de estos generada por el cambio climático y la pérdida de funciones ecosistémicas que llevan el aumento de los efectos de estos como, por ejemplo, las inundaciones. Además, ¿cuántas veces no ha sentido un calor sofocante mientras en el cielo hay vientos que vaticinan la presencia de lluvias?
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Precisamente, a eso se refieren los investigadores del CES, se estima que podría ser una “incertidumbre climática”, según los académicos de Medellín, dejando al descubierto la importancia de áreas como la ecología en nuestra adaptación al cambio climático.
Las predicciones
De acuerdo con el informe del Ideam -Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales- durante febrero de 2023 se mantuvieron las condiciones oceánicas y atmosféricas “consistentes en las condiciones de La Niña”. Pero no descarta la aparición de un eventual fenómeno de El Niño con probabilidades en el rango del 53-57 % a partir de junio del año en curso.
Para el docente de Climatología en los pregrados de Ecología y Biología de la Universidad, Yerson Ospina Aguirre, este informe del IDEAM (Informe de Predicción Climática a corto, mediano y largo plazo en Colombia) publicado el 19 de enero de 2023, deja al descubierto la necesidad de contextualizar, cada vez con más urgencia, los resultados de los modelos que predicen fenómenos como El Niño y La Niña en el escenario abrumante del Cambio Climático que estamos viviendo en el planeta.
De acuerdo con el informe del IDEAM, el cual recopila datos y análisis del Instituto Internacional de Investigación para el Clima y Sociedad (IRI por sus siglas en inglés), durante febrero se mantuvieron las condiciones oceánicas y atmosféricas “consistentes en las condiciones de La Niña”. Al tiempo en que señala la aparición de un eventual fenómeno de El Niño con probabilidades en el rango del 53-57% a partir de junio de 2023.
“Se publica un modelo objetivo el cual pronostica condiciones neutrales para el primer semestre del año. Sin embargo, a lo largo de este semestre, se pueden encontrar anomalías. Pueden ocurrir distintos cambios en los patrones de precipitación. Por ejemplo, encontraron anomalías en los vientos del Este hacia el Centro-occidente o del océano Pacífico, esto pudo explicar las primeras precipitaciones que experimentamos en el mes de enero”, explicó el docente de climatología.
A los vientos que se refiere el investigador son los Vientos Alisios, estos se encargan de modificar los patrones de precipitación a gran escala dentro del trópico. Vienen procedentes del nororiente y suroriente del globo. Estas corrientes recogen gran parte de la humedad a lo largo del trópico, por lo tanto, van a ser vientos muy húmedos y cálidos.
Cuando convergen esas corrientes van a generar un cinturón de nubes que se llama la Zona de Convergencia Intertropical (ZCIT). La modificación de estos vientos explica, en gran medida, si en el territorio nacional vamos a tener un fenómeno de La Niña, un fenómeno de El Niño o las condiciones normales.
“Durante el periodo de febrero a abril se pronostica una etapa de transición del fenómeno de La Niña hacia las condiciones normales o neutrales. De marzo hasta junio hay una probabilidad del 44% de El Niño, es decir, una disminución de precipitaciones en el territorio colombiano. A partir de junio aumenta desde el 53 al 57% la probabilidad de que experimentemos este mismo fenómeno”, advierte el docente de Ecología y Biología de la Universidad CES según el reporte del IDEAM.
Ese comportamiento podría desencadenar en lo que los investigadores llaman una incertidumbre climática, mediada por las condiciones y contexto del cambio climático que vivimos como planeta y el cual, lleva al aumento de emergencias, desastres y catástrofes.
“En este momento estamos atravesando por un fenómeno de cambio climático. Y que a pesar de que el planeta sigue está experimentando estos patrones globales de precipitación (fenómenos de La Niña, El Niño y condiciones neutrales) pueden estar alterados por el cambio climático. Tanto en el fenómeno de El Niño como en el de La Niña sus efectos se pueden ver alterados por ese cambio climático. Es allí donde debemos tener en cuenta que estamos en un panorama de cambio e incertidumbre climática”, concluye el académico Ospina Aguirre.
El reto está en las medidas individuales y colectivas que adoptamos desde los territorios y el aprovechamiento de las funciones o “Servicios Ecosistémicos”, por ejemplo: el control hídrico que pueden cumplir plantas como las epífitas, y en general, la restauración de la estructura ecosistémica tanto vertical como horizontal, sin olvidar la funcionalidad del suelo y su importancia en la regulación hídrica, hábitat y sumidero de dióxido de carbono. Es allí donde toma gran relevancia la Ecología, principalmente en áreas que permitan restaurar y conservar estas funciones ecosistémicas en los ecosistemas urbanos y aledaños.
Para el trimestre febrero – abril de 2023, el IDEAM pronostica algunas precipitaciones por encima de los promedios climatológicos cercanos al 20% en el sur de Bolívar, Córdoba, Antioquia, sectores de Santander, Caldas, Risaralda, Quindío, centro –sur Tolima y centro-norte de Huila.
Finalmente, para los académicos, el reto está en las medidas individuales y colectivas que adoptamos desde los territorios y el aprovechamiento de las funciones o servicios ecosistémicos, por ejemplo: el control hídrico que pueden cumplir plantas como las epífitas.