Un concepto que ha ido calando en las políticas de la administración pública y en la cotidianidad de los ciudadanos, se empieza a despertar en las empresas
Por Catalina Peláez
Según un informe presentado en 2014 por la Organización Mundial de la Salud (OMS), la calidad del aire se deteriora paulatinamente en el mundo; revela además que más de la mitad de la población mundial reside en urbes con índices de polución 2,5 veces mayores de los recomendados por este organismo y, peor aún, que más de siete millones de personas mueren anualmente en el mundo a causa de la contaminación ambiental generada dentro o fuera de los hogares, siendo la polución el principal riesgo medioambiental para la salud. “Existen numerosos ejemplos de políticas fructíferas relativas a los sectores de transporte, planificación urbana, generación de electricidad e industria, que permiten reducir la contaminación del aire”, asegura la OMS. Particularmente en relación con el transporte automotor, que es una de las mayores fuentes de contaminación, sugiere la adopción métodos limpios de generación de electricidad, la priorización del transporte urbano rápido, las sendas peatonales y de bicicletas en las ciudades, el transporte interurbano de cargas y pasajeros por ferrocarril, y la utilización de vehículos pesados de motor diésel más limpios y vehículos y combustibles de bajas emisiones, especialmente combustibles con bajo contenido de azufre.
Si nos vamos a lo local, la calidad del aire ocupa los primeros lugares en la lista de preocupaciones ambientales. Según la última encuesta de percepción ciudadana Medellín Cómo Vamos, realizada en 2014, la congestión vehicular volvió a ser primer tema en la agenda, siendo elegida por el 63% de los encuestados y reportada como el problema de mayor importancia en todos los niveles socioeconómicos y todas las zonas de la ciudad; el dato preocupa si se tiene en cuenta que este problema está directamente relacionado con otros de tipo ambiental como son la contaminación del aire y el nivel del ruido. Vivir en El Poblado consultó con algunas de las grandes empresas del sector público y privado de la ciudad, para saber como están trabajando frente al tema de la movilidad sostenible.
EPM
Según Carlos Mario Montoya, gerente de Gestión Humana de EPM, esta empresa prestadora de servicios públicos cuenta con varias estrategias enfocadas hacia el tema de la movilidad sostenible. “Tenemos horarios flexibles de trabajo, que se coordinan y se acuerdan con el jefe inmediato. Los empleados (son 3.700) pueden cambiar de horario cada seis meses; estos horarios flexibles de trabajo nos han facilitado el acceso al edificio inteligente porque cuando el horario para todos era desde las siete de la mañana hasta las 5 de la tarde, las fila para entrar al edificio podía llegar casi que hasta Pies Descalzos”. La empresa tiene como política citar a reuniones solo entre las ocho de la mañana y las tres de la tarde para respetar el horario de las personas que, por ejemplo, finalizan su jornada laboral a las cinco de la tarde. El teletrabajo es otra estrategia. Cuenta el funcionario que existen 200 personas que trabajan bajo esta modalidad: “Hacemos una valoración de los espacios de las casas porque deben cumplir con unas condiciones especiales, también, hacemos una evaluación de competencias para determinar si esa persona sí está en capacidad de trabajar de manera efectiva bajo esa modalidad”. EPM cuenta además con una buseta que permanentemente viaja desde el edificio hacia la estación del metro de La Alpujarra, para transportar a los empleados.
“La Red Pems se ha convertido en un espacio interesante para las empresas, de todos los sectores y tamaños, para conocer nuevas alternativas de movilidad sostenible”
Grupo Bancolombia
“Estamos ubicados a 50 metros de la estación Industriales del metro y metroplús: una buena parte de nuestros empleados utilizan este sistema de transporte, podemos decir que entre el 35 y el 40 por ciento de las personas (son 4.500 empleados en el edificio central). Ahora, un 25 por ciento viene en su vehículo particular”, cuenta Franco A. Piza, responsable de Sostenibilidad, del Grupo Bancolombia. El edificio tiene parqueaderos para bicicletas y en ambas torres (Sur y Norte) con duchas y casilleros que sirven a cerca de 50 personas que se transportan diariamente en bicicleta. Por medio de la campaña Comparte tu Carro, la compañía incentiva que hasta cuatro empleados se unan para llegar a trabajar en un solo vehículo y pagar así una sola mensualidad. Aproximadamente 30 personas están inscritas en este programa, asegura Franco A. Piza. El edificio central de Bancolombia también cuenta con parqueaderos con celdas privilegiadas para vehículos de menos de 1.600 cc, de no más de cinco años de antigüedad y que lleguen al edificio con más de un ocupante. El grupo financiero cuenta además con la opción de Teletrabajo que acoge a 500 empleados aproximadamente en el país y, además, con horarios flexibles de trabajo.
Servicios Nutresa
Rutas compartidas: con esta estrategia, que apenas será implementada, Servicios Nutresa pretende que aquellas personas que viven cerca una de otra o que se encuentran en la ruta de llegada a la oficina viajen en un mismo vehículo. ¿Cómo funciona? En la intranet los empleados (son 340) pueden consultar las rutas compartidas disponibles por los compañeros, de manera que si, por ejemplo, una persona vive en Laureles, consulta quién de la empresa ha registrado una ruta compartida en la intranet para ponerse en contacto con esa persona y movilizarse a la oficina en un solo carro. El grupo tiene también cuatro horarios flexibles de trabajo y aproximadamente cien personas hacen uso de alguna de las seis rutas de transporte suministrado por la compañía. Una encuesta interna arrojó que el 74 por ciento de los empleados llega en su carro a las instalaciones de la empresa, cinco veces a la semana; el 91 por ciento llega al trabajo en su vehículo particular los días de Pico y Placa; el 68 por ciento de las personas utilizan su vehículo particular para transportarse desde la casa al trabajo, un 15 por ciento utiliza el transporte suministrado por la compañía y solo un 11 por ciento utiliza el transporte público.
La iniciativa Pems, que traduce Planes Empresariales de Movilidad Sostenible, comenzó en el 2010 en Bogotá, como un proyecto de colaboración entre el sector privado y la academia, representados por la Fundación Chevrolet, la Universidad de Los Andes y la Asociación Nacional de Industriales de Colombia (Andi), con el objetivo de generar estrategias que permitieran al sector empresarial de esa ciudad ser un agente activo en la promoción de buenas prácticas de movilidad sostenible para sus empleados. Las empresas que deciden hacer parte de la red Pems, se someten inicialmente a un diagnóstico del cual se desprende finalmente un plan empresarial de movilidad sostenible diseñado según las particularidades de cada una. Actualmente 35 compañías entre las que se encuentran Bavaria, Ecopetrol, Servientrega y recientemente ISA en Medellín y Promigas en Barranquilla, hacen parte de la red Pems. “La Red Pems se ha convertido en un espacio interesante, para las empresas de todos los sectores y tamaños, para conocer nuevas alternativas de movilidad sostenible que les permita implementar estrategias específicas en sus organizaciones, ajustadas a las necesidades y características de sus empleados”. Esto se asegura en su página web, además de algunas herramientas y metodologías que permiten conocer el impacto de la organización.
Indicadores la red Pems:
- Número total de empleados impactados: 29.275
- Huella de carbono compensada: 0.25 hectáreas año por empleado
- Huella energética compensada: 51.15 galones al año por empleado
- Huella de calidad de vida compensada: 15.06 días transporte al año
- Huella de equidad compensada: 5.22 por ciento salario en transporte al año