24 horas después de la abucheada y silbatina sin precedentes que recibió el presidente Juan Manuel Santos en Bogotá durante la octava versión de la carrera por los militares caídos en el conflicto armado, la que se previa como una sosegada visita protocolaria a Medellín se convirtió en un segundo calvario.
Mientras el mandatario se encontraba en la asamblea de Proantioquia, en el C.I. San Fernando Plaza, en los alrededores la bulla se asemejaba a la de una final de fútbol. Con bubuselas, silbidos, pitos, coros, pancartas y carteleras, decenas de personas se apostaron en la Avenida El Poblado, en las afueras del conjunto inmobiliario, a protestar contra las negociaciones de paz que se adelantan con las Farc en Cuba desde noviembre de 2012. El detonante fue el reciente asesinato de 11 soldados en el departamento del Cauca por parte de este grupo guerrillero.
Con epítetos como “vende patrias”, “Judas”, y consignas como “paz sin impunidad”, numerosos transeúntes se fueron sumando a la espontánea manifestación. Algunos de los vehículos que transitaban por la Avenida El Poblado participaron con sus pitos.
Fuerzas del Esmad fueron trasladadas a las afueras de San Fernando Plaza para evitar que las protestas pasaran a mayores.