Suele decirse que en la comuna 14 de Medellín habitan ciudadanos apáticos y poco participativos. Como prueba, se cita, entre otros hechos, la poca asistencia y votación en el programa de Planeación Local y Presupuesto Participativo (PP), mediante el cual la Administración Municipal otorga recursos a las comunas para usar como mejor les parezca. Y, precisamente, el domingo 31 de mayo se realizará la elección de los delegados barriales que representarán a la ciudadanía en este programa. No es una jornada irrelevante, puesto que a mayor número de delegados elegidos, mayor es el presupuesto asignado para beneficio de la comuna. Por eso, una vez más invitamos a la población de El Poblado a hacer parte activa del proyecto y de este proceso de inscripción. Tanto las personas que deseen ser delegadas, como las que quieran votar ese día, deben inscribirse en los dos puestos habilitados hasta el 8 de mayo. El primero está en la sede social de Manila (carrera 43 D # 11-73) y el segundo en la taquilla 33 del primer piso de La Alpujarra.
Sin embargo, esta invitación la hacemos con cierto recelo, conocedores como somos de las numerosas inconformidades de la comunidad, no solo de El Poblado, durante el pasado proceso de inscripción, realizado en octubre de 2013. El primer descontento tuvo que ver con la implementación de ese requisito de inscripción, por parte de la Registraduría. A juicio de muchos líderes comunitarios, este trámite incidió notablemente en la disminución de votantes. Las otras quejas surgidas en torno al PP, lo han convertido en un complejo rompecabezas, al punto de que una acción de nulidad interpuesta por un ciudadano dejó sin piso el decreto que lo regulaba (el 1205 de 2013), lo cual ha sido un inconveniente para el cumplimiento de los cronogramas de los proyectos y ha ocasionado la suspensión de actividades y asambleas barriales.
También hay descontento por el manejo de las mesas de votación; dudas sobre la ejecución de los recursos; denuncias sobre interventorías inconstantes o inexistentes; imprecisión sobre el número de votos que necesitan los delegados; quejas por el atraso en los pagos a los ejecutores de los proyectos a la par que se les exige cumplimiento en las fechas de entrega, y suspicacias sobre supuestos intereses particulares a la hora de presentarlos; inconformidad con las estrategias de comunicación utilizadas por la Alcaldía para informar y fomentar la participación de la comunidad. En síntesis, la madre de estas inconformidades es el supuesto desorden que lleva a la improvisación. Pero la duda de fondo es la siguiente: ¿es este un desorden espontáneo o un desorden orquestado por aquellos que piensan que en río revuelto, ganancia de pescadores?
No obstante las sombras existentes, seguimos pensando que es inconveniente renunciar a estos mecanismos de participación. Por tanto, responder con una votación masiva a un PP agonizante es quizás la herramienta más expedita para fortalecerlo y blindarlo contra intereses mezquinos.