Dar como camino

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Los viajes tras las canchas de fútbol de su padre la llevaron a no pensar en límites, fronteras o estratos. Hija del futbolista “Chaca Palacios”, nació en Florida, Estados Unidos, y se movió desde pequeña entre lugares variados, antes de llegar a convertirse en profesora de inglés, en la comuna 13. Yesenia Palacios apenas lleva un poco más de dos décadas en el mundo y ya tiene claro qué quiere hacer: rodar películas y compartir lo que sabe, con otros; el resultado o el regreso de lo entregado, es lo de menos. Cree que dar es lo que corresponde.


Con calma y una sonrisa que aparece con frecuencia durante una conversación, Yesenia Palacios cuenta un poco la travesía que ha sido su vida: nació en Estados Unidos, regresó a Colombia, y ante el divorcio de sus padres y el éxito como tatuador de la nueva pareja de su madre, llegó hasta California.

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Allí, y por su talento para el tenis, ganó una beca que le permitió estudiar antropología y producción audiovisual. El destino no estaba sellado. Después de algunos sucesos que atribuye a ese tiempo, a veces movido, llamado adolescencia, decidió regresar a Colombia.

Su mamá pensó que era lo más indicado y fue así como volvió a Medellín, a la casa de la familia materna y de las tías, en el barrio Santa Mónica. Llegó antes de la pandemia y después de conocer a un par de personas que viven en la comuna 13 se convirtió en guía de recorridos en ese sitio de tantas historias; algunas luminosas; otras muy oscuras.

“Quiero aportar. Creo que para cambiar el mundo, todos debemos dar un poco más”.


Paletas de mango, tiendas de recuerdos, preguntas de turistas, historias de barrio se convirtieron en parte de su día. Luego, con la llegada de la pandemia, los recorridos quedaron en pausa y se convirtió en traductora de dudas médicas, en un call center con sede en Estados Unidos. “A veces me sentía como una máquina por las jornadas tan largas, pero el gusto por ayudar a otras personas era más fuerte”.

A este trabajo le siguió el gusto por estudiar Comunicación Social en la Pontificia Bolivariana, universidad donde lleva dos semestres. Las clases las combina con su trabajo como profesora de inglés para estudiantes que la contratan, y las horas del sábado que dedica a enseñar este idioma a niños y jóvenes de la comuna 13. En un salón de la Asociación de Mujeres de las Independencias es posible encontrarla. Allá juega, enseña, disfruta.

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Yesenia Palacios es estudiante de Comunicación Social en la Universidad Pontificia Bolivariana. Cree que las humanidades y compartir lo que tenemos, son una solución a lo que ocurre en el mundo.
Yesenia Palacios es estudiante de Comunicación Social en la Universidad Pontificia Bolivariana. Cree que las humanidades y compartir lo que tenemos, son una solución a lo que ocurre en el mundo.

Actualmente vive en el barrio Simón Bolivar y dice disfrutar los lugares de la ciudad donde hay “una inmersión absoluta”, es decir, donde hay variedad, posibilidades para todos, donde no tiene la sensación de estar en una burbuja.

Disfruta ver películas en su casa y también leer libros que la llevan a pensar un poco, en lo que somos como personas. Un ejemplo de esto es Dos aguas, una novela escrita por Esteban Duperly y que la llevó a pensar en los puntos en común que tienen las personas, más allá de sus condiciones: el dolor, los viajes, los puntos de quiebra que tenemos todos, a veces.

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Al hablar sobre la ciudad y el momento particular que pasa, cree que el cambio solo es posible a través de una vía: “hay que dar más”. Y le alegra, dice, ver a compañeros y amigos cercanos ser parte de organizaciones de voluntarios, “salir por las noches a repartir comida, enseñar algo a otros”, explica.

En el futuro, quisiera ser una directora de cine capaz de compartir con otros historias cotidianas. También quiere seguir con las clases a los niños de la comuna 13 o enseñar algo a todo aquel que quiera aprender algo junto a ella. Ser maestra es algo que disfruta, porque le permite sentirse valiosa y ver el avance de otras personas; esto, sobretodo, es causa titular de su alegría.

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